TRUMPILANDIA

domingo, 19 de enero de 2025

Estamos a punto de empezar la función. Bienvenidos al país de las maravillas, al mundo de la fantasía. Hacer grande América otra vez o crear un nuevo imperio, qué más da. Groenlandia, Panamá, el golfo de México o Canadá son sólo el comienzo.  El sueño de los grandes hombres, intoxicados de esteroides, la visión de los tecnócratas millonarios se va a hacer realidad, sus húmedos pensamientos están a punto de eclosionar en un futuro incierto generando más dolor si cabe a los desposeídos. Trumpilandia es un lugar indeterminado, no necesitamos cruzar el Atlántico, está en cualquier espacio donde viven sus mentores. En ultramar el clown, con su cara de Joker, mitad máscara mitad real, nos prepara para una nueva era. El siglo del ego, un nacionalismo ya conocido y de mal recuerdo, aderezado con la oligarquía tecnológica que se le ha unido en la búsqueda de la nueva raza aria. Los elegidos por el destino para dirigir el mundo deben poseer mentes fuertes, capaces de igualar a sus computadoras, son propietarios de fondos bancarios infinitos, incapaces de gastar todo su patrimonio si no es en lo que pueda agrandarlo. Hombres de negocios, ricos sin pudor. Ellos van a transformar la sociedad para darnos la libertad. La libertad de ser esclavos. Pegados a sus pantallas, pendientes de sus discursos, atrapados en los nuevos dispositivos imprescindibles para vivir en su libertad. El nuevo hombre nacerá con un implante neuronal que le haga buscar la felicidad en la riqueza, en el poder. Estamos salvados.

Más cerca de nosotros, el mundo corre en la misma dirección hacia el abismo de la farsa. La mentira, las promesas vacías, la perversión de utilizar el poder para crear un estado de clanes y tribus, ya ha ganado muchas batallas. La Europa de los sueños, la que se rebeló contra la barbarie y quiso recuperar los conceptos de la Democracia es ya Historia. Permitimos y financiamos las matanzas, los crímenes contra la Humanidad argumentando sólo con palabras vacías, ningún acto que pueda molestar al gran poder. El fascismo va dejando de ser temido y gracias a la propaganda y la infoxicación interesada, es una alternativa posible. 

No hay más que mirar alrededor, en nuestro propio entorno. Desde la oscuridad del pasado, de ese franquismo que no quieren recordar, asoman los autos que pervierten la Justicia. Las togas nos muestran como la democracia era sólo un señuelo para perpetuar las políticas rancias. Individuos como Mazón, apenas un títere dentro del espectáculo, un segundón prescindible en su momento, alientan la falsedad, la torticera mentira que pretende ocultar su incompetencia. No son sólo criminales por omisión, eso lo fueron en momento del desastre, ahora se han convertido en corruptos y falsarios con propósitos más ruines. 

Trumpilandia no es un parque de atracciones, no es tren de la bruja con calaveras de plástico y sustos previsibles, es un proyecto real para convertir el mundo en propiedad de unos pocos. Cuando nos demos cuenta seremos el escudo humano necesario para mantener sus imperios. Entre tanto disfrutemos del espectáculo, que corran las palomitas, el algodón dulce, viajemos al espacio, disfrutemos de la tecnología que nos ofrecen, sumémonos a sus sueños húmedos de ser los amos del Universo, no son más que los hilos de esta tela de araña, un trumpantojo de la libertad y la felicidad que nos prometen.

You never can tell. Chuck Berry

https://youtu.be/BM1HXLWjj9U?si=I3GA5U6vmnweDA3V

LA RIMA DEL METAVERSO

domingo, 12 de enero de 2025

Tememos injustamente al futuro incierto que nos depara la inteligencia artificial. No hay que temer. El reto que la tecnología nos propone, no es más que rimar el lenguaje binario para que no pierda su humanidad. Poner los 1 y los 0 en versos pareados, binarios, de rima consonante o asonante tanto da. Componer cuartetos y tercetos de significado virtual capaces de conmovernos. Siempre quedará algún verso suelto o puede ocurrir un cortocircuito que no precisa más que reiniciar el sistema. 

El metaverso o el multiverso que viven tras las pantallas planas no pueden ser un impedimento para que conservemos nuestras maldades y nuestras virtudes de humanos ya presentes antes de las pantallas de tubos catódicos. No viene el mundo virtual a restarnos, quiere darnos circuitos que aceleren nuestro pensamiento, neuronas extra que permitan un flujo electrónico a través de microchips y condensadores de forma instantánea. Los microsegundos son ya una eternidad. Esa batalla ganada al tiempo puede permitirnos disponer nuestras propias neuronas para crear conceptos, nuevas ideas a las que la inteligencia artificial es incapaz de asomarse, si acaso plagiar creando modelos con prediseño. 

El único temor es que confiados en la capacidad de los sistemas y los algoritmos perdamos la capacidad de improvisar, de inventar nuevas palabras, de plantear nuevos problemas. El verdadero riesgo es que nos volvamos incapaces de sentir, de entender el fundamento de lo humano. 

La IA tan temida porque puede sustituirnos, contiene las leyes de la robótica de Asimov: Un robot no hará daño a un ser humano y cumplirá las órdenes de este siempre que no entren en conflicto con la primera ley, protegerá su existencia siempre que no afecte a las leyes anteriores. Visto así, hasta me plantearía sustituir algún humano por la máquina. Imaginemos que algunos gobiernos (se me ocurren varios) dejan de tener un Presidente y lo sustituimos por un robot sujeto a las tres leyes. Eso sería sin duda el inicio de un mundo más justo y más esperanzador. El fallo del experimento no estaría en la computadora si no en su programación. Algún humano se habrá mostrado dispuesto a patrocinar su diseño para que la máquina preserve sus intereses. Alguien inteligente pero que no está dispuesto a renunciar a sus privilegios. nos hará saber que lo hace por nuestro beneficio. 

Somos inmorales en esencia. Inventamos la moral para poder sabotearla. El poder, el dinero carecen de leyes. ¿No resulta chocante e inmoral que multibillonarios con todas sus necesidades cubiertas, las reales y las imaginarias, conspiren para acumular más poder? ¿Qué son, máquinas estropeadas o robots de diseño diabólico? No es la luz la que recorre sus circuitos sino la oscuridad. Llámale ambición, egoísmo o perversión, pero es más temible que la propia IA. Diría más, el problema de esa nueva inteligencia es que está creada por algunas de estas mentes psicopáticas que no entienden las leyes del robot, no las consideran necesarias porque en realidad son ellos los únicos entes que creen necesario proteger. Esa mentalidad esquizofrénica sólo se da en los humanos. No sé si llegará tan lejos la IA como para necesitar crear una nueva especialidad de psiquiatría robótica para diagnosticar la esquizofrenia digital. 

Nos bastamos para crear el caos, la caída total del sistema sin necesidad de microchips ni circuitos integrados. Ni las máquinas nos salvarán de nosotros mismos.

 

PIENSO, PERO ¿EXISTO?

domingo, 22 de diciembre de 2024

   Cada vez que trato de entender el mundo y sus circunstancias, el hombre y sus contradicciones, la teoría y la realidad, la inteligencia artificial y la inteligencia natural, mi cerebro entra en shock. Hay una especie de desequilibrio natural o  una demencia colectiva en que nada es lo que significa. 

   La Navidad es Paz y Amor. ¿En serio? Vestimos de luces las ciudades, las engalanamos para conjurar el espíritu navideño, pero en realidad no es más que un engañoso producto fruto del consumismo. Como el día de la madre, el de los enamorados, el black Friday o las rebajas de enero. El nacimiento de Cristo, los valores del cristianismo basados en la hermandad y el amor, no son ni realidad virtual, simplemente no existen en esta Navidad. Fariseismo. Jesus nos expulsaría del Templo. 

   Belén sometido bajo las bombas, convertido en un cementerio. Netanyahu como nuestro Herodes moderno ordenando el asesinato de casi cincuenta mil personas, principalmente mujeres y niños. Este es nuestro nuevo portal, el nacimiento con la mula y la vaca son historia, no quedan pastores, están todos muertos y el ángel ha perdido un ala. En Palestina, Cisjordania, Líbano y Siria, la Navidad es un funeral constante. Entretanto nosotros embelesados con los árboles altísimos y luminosos, con su estrella brillando en el cenit. Acalladas las conciencias con el azúcar navideño, acalladas las voces críticas de un nuevo genocidio, un silencio sólo roto por los villancicos: “Hacia Belén va una burra…” Tristeza.

   Nos movemos entre dos mundos, el real y el imaginario. El multiverso y Matrix (la realidad generada por ordenador o por los medios para someternos a la inconsciencia). Somos seres reales, pero creamos identidades falsas para escondernos tras facebook, Instagram o cualquiera de los mundos diversos que nos abren las puertas del mundo. Salimos afuera disfrazados de otros. Somos nosotros y a la vez nuestro personaje, que aparenta, que representa una ficción que no existe. Identidades on line y off line se confunden. El principio “Pienso luego existo” cartesiano, es ya una paradoja. En nuestra existencia paralela existe el ser creado en red. Piensa, pero no existe. Somos sólo conscientes de su existencia cuando los otros lo reconocen, nos representa como lo hacen los sueños, son propios, pero a la vez extracorpóreos, una especie de alienación mental. Incluso en el universo cotidiano y real, acabamos interpretando un papel forzado por las circunstancias. Somos únicamente la superficie, la envoltura, escondiendo el ser pensante tras la negligencia emocional de nuestra posición en el mundo, atrapados en la cárcel de la cotidianidad, no nos queda tiempo para ver más allá de nuestras propias fronteras. 

   Soy cristiano, pero abomino de la Navidad. Sólo la deseo porque son vacaciones. No me gustan los villancicos, ni las luces, ni el empalago de sus falsos mensajes, los Feliz Navidad huecos, los buenos propósitos ficticios. 

   Creo que sólo los niños merecen estos días, no están embrutecidos, la viven desde la ilusión y la emoción, no son responsables de la pervertida versión que hemos creado. Sólo espero que el año nuevo me muestre algún indicio de que estoy equivocado o que la Inteligencia Artifical finalmente se haga dueña de nuestras mentes y nos permita vivir en una falsa realidad, donde todo aquello que soñamos se convierta en una realidad virtual. Si Morfeo me ofreciera las pastillas roja y azul que le mostró a Neo, creo que acabaría cogiendo la azul, empiezo a estar cansado de pensar. En el mundo de Alicia se me han roto los espejos y no quiero bajar a la madriguera. 

   Brindemos por la esperanza perdida, por la esperanza esperada, por la Navidad olvidada y por el nacimiento de una sociedad sin hipocresía.

Matrix | pastilla roja y azul

El Aguante - Calle 13

A L'OMBRA DE LA LLIMERA

sábado, 14 de diciembre de 2024

A l’abuelo 

                  "en ti es de noche" 

                     - Alejandra Pizarnik 

 

La tasca feta, el camp llaurat. 

Tot llum entre els mateixos arbres 

al record de cadascú. 

Abuelo, descansa ara a l’ombra de la llimera, 

aconseguida la teua lluita 

per la que tots ací de nou ens reunim.

 

En tu és de nit. Per primera vegada 

és de nit per a qui a fet viure 

a tots nosaltres sempre de dia. 

En aquesta nit heretem la llum 

que grava en nostra memòria els teus valors, 

el teu sentit comú i les teues idees. 

 

Pare, abuelo i bisabuelo, 

nascut en guerra i crescut en postguerra, 

enllaçat tant anys a l’amor de María 

en el fatigós treball per procurar 

l’educació a la família. 

 

Plorem, sí, perquè en tu és de nit; 

però el record de la teua alegria 

serà sempre motiu de la nostra alegria. 

                                          Andreu Gironés 

 

Jo sé d’un dit que diu: 

“El mon és un mon 

i cada persona, un mon”. 

I també sé d’un dit, el seu, 

que assenyala la terra com 

si fos una rama ferma. 

 

Ací és on sempre ha volgut estar, 

el secà, la caseta. 

Este és el mon senzill, ara silent, 

que ens deixa com herència. 

 

Ací el deixarem estés 

a l’ombra del llimoner 

a sota de l’aliment 

com un pou tendre de cendra. 

I és açò el que li devem, 

el retorn, el record, 

replicar la seua sang, 

la rima eterna. 

                             Robert Gironés

 

CONTRATIEMPO o LA NEGLIGENCIA DEL TIEMPO

domingo, 24 de noviembre de 2024

   Ha sido un gran contratiempo, una imprevisible tormenta perfecta, no quiero quitarle la razón a Mazón. Se juntaron el hambre y las ganas de llover y una serie de circunstancias a cada cual más desatinada. La apretada agenda del presidente y una cita para comer, le impidió estar pendiente de los cielos. Los que sustituyeron a Vox en el control de las emergencias, tenían otras urgencias. Quizá la Copa América, la santificación dels bous al carrer o simplemente no se atrevían a tomar decisiones sin que el capo lo ordenara, porque sus puestos estaban asignados por el dedo de dios, aunque luego se convertirá luego en el dedo acusador. Ellos no sabían, no quisieron ver venir el desastre, porque en esta tierra de fallas y flores nunca antes ha llovido así, o sí. Los expertos fueron ignorados porque eran agoreros, los recursos no utilizados por si se volvían en su contra. 

   Negligencia tras negligencia, fue pasando el tiempo de las pantallas apagadas, de los silencios, mientras las lágrimas de los que eran arrastrados por el agua y el fango se sumaban al torrente de torpezas. Fue un contratiempo porque confabularon contra el tiempo, para parar la catástrofe cerraron los ojos y pidieron muy fuerte: ¡Que pare hasta que venga el President! (como en el milagro de Tentudia). Y la cobertura no llegaba al Ventorro, la comida dio paso a una confortable tertulia de sobremesa, ajeno a las alertas, sorbiendo lentamente el chupito pasaron las horas. 

   Quiero imaginar que cuando por fin salió a la calle y descubrió las llamadas pérdidas, tras recuperar la cobertura, tras subirse al coche y ver que un tráfico inusual le daba la bienvenida, todavía bajo el sopor del postpandrio, debió sentir una punzada en el estómago. ¿Qué pasa aquí? ¿No pueden estar sin mí ni cinco horas, sin montar un escándalo? Pero conforme se acercaba al Cecopi, con el manos libres del smart phone de última generación, presintió la catástrofe. Todo lo que le contaban no tenía sentido, como se iban a desbordar los barrancos, eso sólo sucedía en los gobiernos del Botánic, aquellos gobiernos Frankestein que amaban las tormentas. Como ocurrió en la Vega Baja en 2019, donde él puso en evidencia la inoperancia de los gobernantes. La pesadilla se convirtió en horror, entradas las 20 h y por fin activó el botón del pánico, la alerta que les sonó a muchos ya bajo el agua. ¡Que gran contratiempo! 

   Cuando las aguas ya habían anegado los campos, las casas, las calles e inundaban los sótanos, vino la paz y el silencio de los muertos. Todos mirábamos atónitos las pantallas y nadie entendía como había podido pasar y como en un abrir y cerrar los ojos no se llenaba de militares una zona de guerra para salvar a las víctimas de la negligencia. La solución no puede ser un ejército aerotrasportado de despliegue inmediato. La solución es la prevención. La responsabilidad de evitar construir en las zonas inundables, de retirar los barrancos que circulan por mitad de las poblaciones, de atender las llamadas de los que advierten del futuro de agua y sed, de sequía y torrenteras que nos hemos dado, pero eso es muy complicado. 

   Cuando pasaron los primeros días de shock, con las piernas acalambradas y cabizbajo, se dijo a sí mismo: ¡Reacciona! y desde otras instancias le decían: ¡Reacciona! Que significa: busca un culpable para todo este desastre. Tanto da que sea la CHJ como la AEMET, con tal de que no nos manche el barro nos sirve cualquiera, el gobierno, los militares, la cruz roja, apunta y dispara. Destituye a los ineptos, pero poco a poco, ganando tiempo. ¡Nuria, Salomé sed fuertes! Y ahora con la casaca puesta y las botas de agua ponte a reconstruir. Toma las riendas de la reconquista como don Pelayo, rodeado de paladines en magníficos corceles y con la solapa llena de medallas, promete una tierra futura llena de flores. 

   Las lágrimas harán florecer el desierto y el trabajo de los hombres y mujeres que se aplicarán en devolver la luz a esta tierra, pero tú ya no cabes en este proyecto. Tú eres el responsable y debes irte lejos porque tu sombra hace que el barro no desaparezca.

https://youtu.be/dnZj7EinXe4?si=692Fg4dTofPAk-ST

MANESKIN . ZITTI E BUONI 

SIN TRUMP AS NI MAZON

viernes, 15 de noviembre de 2024

   La realidad es la que es. Por más que nos empeñemos en creer que es imposible que un idiota puede alcanzar las más altas cotas de poder, los hechos nos desmienten y nos dan un guantazo con la mano abierta. Piensas, en un país que es un gigante económico y científico, que su líder pueda ser un psicópata es una distopía imposible. Que ese energúmeno nombre como director de la sanidad a un antivacunas, en justicia a un delincuente o como financiero mayor del reino, para eliminar los gastos superfluos, al hombre más rico del mundo es coherente, pero grotesco. Todo parece un vodevil absurdo del teatro de Ionesco, un estrafalario esperpento salido del producto de una intoxicación por LSD, pero no, es la realidad. 

   Si la Inteligencia Artificial, los medios, los bulos, las campañas de intoxicación han podido abducir a los votantes, no hace más que confirmar que la democracia está acabada. Si los que votan son analfacríticos, si son incapaces de masticar la información y digerirla por sí mismos, el futuro es un probable abismo. Esa obscena realidad la aplauden los amorales: Netanyahu, Putin... hacen palmas con las orejas. Si hasta ahora han sido impunes y se les ha permitido cometer los más atroces atentados contra la dignidad humana, ahora el espectáculo puede ser un circo a cinco pistas. La COP29 en Bakú para discutir el cambio climático, no es un síntoma, en un cuadro séptico terminal. Definitivamente no hay cura, tenemos los días contados. Al menos se venderán más coches eléctricos de Tesla, objetivo sin duda procurar el bien de la Humanidad, no el negocio de Elon. 

   Puede parecer que los tarados están lejos, pero no, conviven como zombis entre nosotros. Un incompetente negligente como Mazón es nuestro presidente. Él y sus adláteres pretenden convencernos que desde el malvado Averno la AEMET y la CHJ se conjuraron para con silencios cómplices, no avisarles de que el diluvio universal se cernía sobre nosotros. La falta de cobertura en el restaurante o el Ventorro que no dejaba oír nada, impidió que el presidente levantara el culo de la silla. Si dijera que nunca he visto tanta desvergüenza mentiría porque están calcando sus anteriores descalabros, el 11M, el Yak 42, el Prestige, la corrupción llevada a su máxima expresión, los 7291 ancianos muertos en residencias y como no, el accidente del metro de Valencia. Como Monica Oltra decía: "En el PP son más peligrosos por ineptos que por corruptos" y de lo segundo han ido sobrados. 

   La culpa siempre vive afuera, todo ello fue inevitable, inimputable a la ineptitud de personas que ostentan poderes que no controlan. Le ha faltado decir a Mazón que se tenían que morir igual. No es que atraigan el mal, ni que lo provoquen a sabiendas, es simplemente que son incapaces, porque su ascenso no se debió a ese mantra que repiten de la meritocracia, sino simplemente a la lametrocracia, la propaganda y los intereses. Ahora como entonces, la estrategia es la mentira repetida y amplificada, el reparto de culpas, el desvío de la mirada hacia otros objetivos y por supuesto la promesa de que la próxima lo van a hacer bien. La falta de humildad, la ausencia de escrúpulos con más de doscientos muertos y miles de familias arruinadas provocan una rabia, una desesperante sensación de impotencia contra la insidia. Si no somos capaces de reconocer que estos individuos nunca nos sacarán del lodo, que nos meterán una y otra vez en el fango y nos revolcarán en la miseria mientras comen y beben pagando con la Visa Oro, estamos perdidos. 

   La esperanza es que el pasado sábado más de 130.000 voces gritaron: Mazón dimisión y a prisión. Después de escucharle en les Corts, espero que convoquen otra para salir de nuevo a gritarle que desaparezcan de una vez por todas, porque el daño que han provocado es demasiado grande para soportar su presencia.