CONTRATIEMPO o LA NEGLIGENCIA DEL TIEMPO

sábado, 30 de octubre de 2021

   El Tiempo, surgió con la Creación del Universo, aquella explosión que nadie pudo oír porque nada existía, quizá porque ni siquiera se podían trasmitir las ondas del sonido. En aquel preciso instante en que la entropía empezó a crear la materia y el espacio, entonces se puso en marcha el segundero del mundo. 

   Es posible que ni esto sea cierto, al Universo le importó poco el Tiempo, miles de millones de años fueron transcurriendo en su evolución sin importarle. El tiempo fue una realidad tras aparecer nuestra especie sobre la Tierra (quizá en otras Tierras ya existieran antes otros que lo nombraran, pero lo desconocemos). 

    El Tiempo surgió del caos. Kronos hijo de Urano y Gea, destronó a su padre y reinó hasta que su hijo Zeus lo desterró al Tártaro. Este terrible Titán depuesto, que para los romanos era Saturno fue el que Goya representó devorando a sus hijos. Nada más acertado para representar a quien convierte en pasado cada segundo transcurrido. Trata a sus hijos con desprecio, les va arrancando bocado a bocado su preciado bagaje temporal. Corre persiguiendo un futuro que un día nos convierte en recuerdo. Me pregunto si el Tiempo es un concepto real o una mera quimera, una entelequia. 

    ¿Existe acaso un tiempo único que pueda ser válido para toda la Humanidad? Hemos sido capaces de crear un reloj universal, hemos medido el tiempo dividiéndolo casi hasta el infinito y extendiéndolo hasta los eones geológicos. Pero a pesar de nuestra meticulosa pasión por medirlo, el Tiempo transcurre ajeno a nuestro empeño. Su velocidad que pareciera constante si atendemos al cronómetro, es arbitraria, no sólo para cada individuo si no para cada tiempo de ese individuo. Cuando somos pequeños y el tiempo nos acuna lentamente, soñamos con crecer rápido pero se empeña en pasear de nuestra mano sin prisa y sin pausa. Cuando alcanzamos aquellos años que antes parecían un sueño inalcanzable vemos como acelera su paso y nos arrastra contra nuestro deseo a un punto que nadie pretende alcanzar. No sólo no es una verdad universal, si no que ni siquiera se puede decir que sea más que un pálpito en los corazones que trata de explicar las partes del Todo. Es posible que, igual que inventamos los mitos y los dioses, hemos creado la ilusión del segundero. 

    El Tiempo pertenece a cada cual, no al mundo. Somos sus amos y sus siervos. Cada uno dispone de su tiempo, pero nadie conoce cuanto es el que la vida le regalará. 

   La vida no puede medirse en los parámetros que hemos asignado al tiempo. Hay años que parecen décadas, minutos que son eternos y hay vidas que pueden resumirse en un suspiro. La única forma de medir la vida, su unidad, son los Momentos. Aquel tiempo que deja huella en la memoria, sólo esos son realmente tiempo de vida. Momentos con uno mismo, momentos con el amor, momentos con los amigos, momentos de dolor, momentos de pasión, momentos de alegría… esta es la verdadera unidad del Tiempo, si es que el Tiempo existe y no sólo es un sueño perseguido por la mente. 

   Memento Mori, Carpe Diem, disfruta de tus momentos, son tu vida.

         Ed Sheeran . Photograph  
 

EDUCATIO FOBIA

sábado, 16 de octubre de 2021

   Me doy un poco de pena porque sólo me mueven a escribir los políticos. Creo que perdí la sensibilidad por el roce la vida, por lo elemental. Prescindo de lo emocional y me desprecio un poco opinando lo que vomitan los corruptores de ideas. No puedo evitarlo, pero no me siento cómodo. Me gustaría volver a escribir algo sobre la fugacidad del tiempo, sobre las lágrimas que hacen florecer el desierto. Me gustaría ser impermeable a las estupideces de toda esta gente, hacer oídos sordos a los imbéciles, pero no puedo. No me siento orgulloso de ser cronista de pacotilla y tocar al son de sus impertinencias. El alma se me revuelve cuando escucho por ejemplo a Ayuso, que a mi juicio no debería ni mecer mi atención, hablar sobre la educación. Ella desearía que fuera gratuita para todos, pero no puede, pobre. Ya da gratis la sanidad y paga las pensiones y el metro y todas las ayudas que regala a jóvenes y discapacitados, jubilados…(no como la izquierda que les roba permanentemente). Es generosa a más no poder, pero todo no puede ser gratis, debemos entenderlo. Además, lo necesario es bajar impuestos para reactivar la economía. 

   Por qué no le explican a este personaje que en realidad nada es gratis. Todo está pagado, hasta su sueldo. Lo pagamos entre todos, con los impuestos. En eso consiste una sociedad, en aportar un fondo común para que el gobierno administre el dinero y garantice aquellos derechos que constitucionalmente hemos sacramentado. Se trata de aportar para que no existan excluidos, que aquellos que viven en los márgenes, puedan un día salir del extrarradio de la sociedad. No necesitamos patriotas que griten ¡España, España!, necesitamos contribuyentes que paguen una parte de sus ganancias para reinvertirlas en todo aquello que, no siendo gratis, necesita ser financiado. Las políticas que favorecen la exención a quienes más ganan y no persiguen el fraude, las políticas y todos aquellos que evaden su dinero, pervierten la posibilidad de hacer sociedades justas y solidarias. 

   Estos discursos llenos de falsedades y maldad sólo persiguen justificarse en sus proyectos futuros, que no son más que desmontar lo público y que el acceso a los derechos se haga previo pago. Hacer una sanidad pública de mala calidad para pobres, una educación sin posibilidades de educar, para que sigan iletrados los hijos de los iletrados. Las élites, los que puedan pagárselo, ya se pagaran con sus exenciones fiscales un buen colegio. No es más que legalizar la política de las castas (esa palabra que tanto se desgastó con Podemos). Los intocables que sigan siéndolo, los brahmanes mantendrán los elementos del poder que siempre va unido a la educación. Es caminar hacia atrás. Pervierten términos como libertad, memoria, feminismo… que en su boca y sabiendo de donde proceden son pura farsa. Su política es pan y circo, charanga y pandereta como en otro tiempo. Distraen lo elemental con discursos evasivos, polémicas estériles. No importan los problemas, construyen trampantojos ilusionantes llenos de humo y decepción. 

   Todos estos indeseables no entienden que la educación no puede ser un regalo de ningún gobierno, no es un artículo de lujo, no es un arma política, no es una doctrina, ni un evangelio, no es un ideario (son todos). No se puede jugar con esto. Ninguna sociedad avanzará si no educa a sus ciudadanos. 

   Estos comentarios indignantes, sólo sirven para la malentendida lucha política. No pretenden hacer docencia, sino adocenar. Lo que más siento es que van calando.

 
EL MAÑANA EFÍMERO 

La España de charanga y pandereta, 

cerrado y sacristía, 

devota de Frascuelo y de María, 

de espíritu burlón y de alma quieta, 

ha de tener su marmol y su día, 

su infalible mañana y su poeta. 

... 

Esa España inferior que ora y bosteza, 

vieja y tahúr, zaragatera y triste; 

esa España inferior que ora y embiste, 

cuando se digna usar de la cabeza, 

aún tendrá luengo parto de varones 

amantes de sagradas tradiciones 

y de sagradas formas y maneras; 

florecerán las barbas apostólicas, 

y otras calvas en otras calaveras 

brillarán, venerables y católicas. 

...

Mas otra España nace, 

la España del cincel y de la maza, 

con esa eterna juventud que se hace 

del pasado macizo de la raza. 

Una España implacable y redentora, 

España que alborea 

con un hacha en la mano vengadora, 

España de la rabia y de la idea. 

                 Antonio Machado

ES EL MERCADO, AMIGO

miércoles, 13 de octubre de 2021

   Cuando escuché la frase de boca de ese delincuente hipócrita, que pretendía que creyéramos su ignorancia en el delito, entonces fui plenamente consciente de una oscura realidad. El mercado no es una entelequia, no es un concepto abstracto que reside en los libros del ideario liberal del siglo XXI. El mercado es un puñado de gente sin alma que manipula las economías para obtener siempre beneficios. La palabra se repite cada día, como un eco después de cada noticia. 

   Si la electricidad sube un 300%, amigo, es el mercado. Levantan el grito sus adoradores, no se puede intervenir el mercado para no socavar los cimientos de la democracia. Si los alquileres se disparan y se aliena el derecho a un hogar, no debemos actuar en contra del mercado inmobiliario, es un desatino propio de los bolcheviques. Si los salarios miserables suben 15 euros, ponen el grito en el cielo, tal atrocidad puede poner en riesgo el mercado. 

   No ponen en riesgo el mercado ni las ayudas multimillonarias en los ERTE ni a las empresas para sortear una crisis sociosanitaria brutal, en esto todos de acuerdo. Hay que salvar el mercado laboral. Como cuando quiebran los bancos, hay que levantarlos en nombre del mercado. Eso no es intervención social-comunista, eso es una necesidad inaplazable, un innegable axioma, como el de “la banca siempre gana”. 

   El mercado laboral, el mercado bursátil, el mercado financiero hay que defenderlos por delante de las personas.  Es el mercado, amigo. Atrás quedaron el mercado de especias, el mercado de proximidad, el mercado de pulgas, todos ellos pequeños recuerdos de una economía de intercambio, no de mercado. Hemos enriquecido nuestro vocabulario con  términos como segmentos de mercado, el mercado negro y los mercados alternativos. Eso sin destapar la caja de Pandora (o Panamá) con sus papeles, que nos hablan de entramados financieros, sociedades offshore, paraísos fiscales, testaferros... 

Siempre ha habido listillos y pagafantas. Es el mercado, amigo. 

Ten claro, que el mercado es el mercado y tú, la mercancía.


         Hey Jude, Beatles