AUTOFLAGELACIÓN

sábado, 25 de marzo de 2023

   Creo que lo de Vox, ha sido un auto de Fe. Ellos, acostumbrados a inmolarse por España, han dado una muestra más de su capacidad de sufrimiento por la patria. Como penitentes flagelantes, como los “empalaos” atados al madero han desfilado por los medios mostrando sus estigmas de santos varones y magdalenas plañideras. La proximidad de las Pascuas ha sido su acicate, las elecciones municipales son mera coincidencia. 

   Han querido lanzar un órdago al gobierno que piensan que es ilegítimo, para ellos la democracia es como jugar al mus. Quieren hacer un envite a grande, apostar el juego completo, ganar la partida sin importar los tantos acumulados durante la legislatura. Han jugado a la antiprotesta, con la bronca como bandera, han recurrido todas las leyes progresistas que se han ido sucediendo en España. Han perdido todos los recursos, el del Aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario, … ¿Cómo presentarse ahora ante sus electores y los del PP? ¿Como perdedores? No, por supuesto. Ahí es donde entra la extravagancia, que no viene de su extrema vagancia en aportar propuestas, sino de su particular manera de presentar los hechos con el espectáculo. El circo de voxilandia mantiene su actividad aunque sea con leones desdentados y elefantes cojos. Podemos llamarlo chapuza, despropósito, ridículo, esperpento, pero en realidad es estrategia de mercado, lo que pide su público. 

   El recurso humillante de recurrir a un anciano que fue y añora su gloria, forma parte del show. Colocarle un rabo de escoba al Cid para seguir cabalgando frente a las huestes moras. En este caso colocaron a un comunista a combatir a los bolcheviques. ¿Desprestigia las instituciones? Que más les da si nunca creyeron en ellas. ¿Produce tristeza Tamames? Tampoco especialmente, él con todas sus facultades, mermadas o no, aceptó el combate. En la grotesca representación del Auto de Fe, él se ofreció como condenado para abjurar de sus pecados y mostrar su arrepentimiento por haber profesado la herejía del comunismo, en plaza pública proclamó su adhesión a la fe del nacionalcatolicismo de Vox, sin presentar un programa de gobierno del que carecen. Nadie lo obligó, si lo emborrachó Sanchez Dragó antes de aceptarlo, nunca lo sabremos. 

   Aunque el PP pasó de puntillas, con el estruendoso silencio de su líder, mirando de soslayo, un poco sonrojados por el bochorno, el resto aprovecharon para esgrimir argumentos de deslegitimación del penitente, bien recriminando su conducta, bien mostrando sus contradicciones o aprovechando para mostrar las virtudes de su gobierno. 

   Éste fue el acto de celebración de su particular Pascua de Resurrección. 

   De momento sólo consiguieron crucificar al reo, dudo que consiga resucitar al tercer día, ni siquiera vendiendo el libro de su discurso. Descanse en Paz.


EDUCATIO NON PETITA IGNORATIA MANIFESTA

domingo, 12 de marzo de 2023

   Parafraseando la conocida expresión latina “excusatio non petita accusatio manifesta” quería referirme a la educación. Construí esta frase que no sabía si era gramaticalmente correcta, la puse en el traductor de google y dijo: “No se reclamaba educación y la ignorancia era evidente”. Justo lo que quería expresar. ¿Por qué me vino el tema a la cabeza? La triste noticia de la violación de una niña de 11 años por un grupo de seis menores. Es atroz, me desmonta los esquemas. No es que no ocurran a diario salvajadas. Sufrimos el bombardeo constante de las malas noticias que son con la que mejor se construyen los titulares. Cada día nos desayunamos con algún despropósito, pero este especialmente me provocó un sarpullido. 

   No hay sociedad sin educación, es su base, el elemento fundamental. Sin duda las personas necesitan cubrir sus necesidades básicas: techo, comida, salud, pero inmediatamente después está la salud de la mente, la formación, la educación, la cultura, llamémosla como queramos. Tenemos la fortuna de vivir en un entorno donde las necesidades primarias alcanzan a casi todos. Tenemos el orgullo de pensar que somos afortunados de haber nacido en una época de la historia donde la tecnología nos ofrece infinitas posibilidades. Hemos llegado a creer que no tendremos límite, que ahora somos más sabios que nunca, que la información está a golpe de un click. Pero hemos sustituido información por formación, datos por conocimiento, telecomunicación por comunicación real. Somos un producto defectuoso de la tecnología que nos convierte en una especie de homo ciberneticus. Si bien la nueva tecnología nos ofrece posibilidades infinitas de aplicación que resuelven nuestras dudas con inmediatez, que nos permiten conversar con las máquinas, dar órdenes, supervisar a distancia, teletrabajar, hemos desaprendido a relacionarnos. No recordamos ya los números de teléfono, están todos en el móvil inteligente, no necesitamos aprender porque todo está en la palma de la mano “El Universo en la palma de la mano”. Cuando los homínidos se incorporaron en la sabana, se encontraron que poseían dos manos para manipular. Una de ellas ahora porta un Smartphone y la otra recorre con los dedos su pantalla. Si es verdad que en la evolución la liberación de las manos hizo crecer el cerebro, es seguro que podemos estár involucionando. 

   Cuando hablo de la educación, no me refiero a la cultura, aunque sin duda también me parece que forma parte del alimento de la mente. En realidad, lo que echo de menos en esta sociedad que construimos, es la capacidad de relación con el otro. Aprender a convivir, a relacionarse de forma sana. Ser educado significa, ser cortés, pero también ser empático, entender al otro, sus necesidades, sus diferencias. La educación consiste también en la inteligencia crítica que va más allá de las opiniones, consiste en construir un principio vital, un criterio que sea propio, pero que no necesariamente deba creerse en él como una verdad inmutable, sino que pueda ser cambiado, modelado según las circunstancias, según el entorno, en función también del otro. Vale tanto para la educación en la escuela, en valores, en conocimientos, en aptitudes y actitudes. Vale tanto para la vida doméstica, como para la vida sexual, como para la vida laboral o la social, la religiosa, la política… estos chicos menores han tenido la desgracia de que nadie los enseñó que herir a otro es lesionarse a sí mismos. No tuvieron la oportunidad de aprender que el sexo no es poder, no es dolor, no es imposición. Seguramente aprendieron esas conductas por lo que vieron en la palma de su mano, en las páginas porno, como lo aprenden ahora nuestros adolescentes, precoz y equívocamente, bebiendo de fuentes que inventan comportamientos sexuales, patrones gastados de dominación. Nadie les enseñó a querer a las mujeres. Amarlas en vez de hacerles el amor, o peor aún, violarlas porque en realidad las ven como un objeto sexual. Sus familias y también su entorno, todos nosotros, no supimos trasmitirles la educación que necesitaban para entender que su vecino, su amigo, su conciudadano, los otros y las otras son una realidad que no se puede dañar, como la suya propia. No fueron los únicos que fallaron, el video que circulo por redes entre los adolescentes no fue denunciado hasta varios días después. Hay un error de base, en el sistema, no son los únicos responsables. 

   Aunque son unos malvados, en realidad también son unas víctimas, como la niña. Son víctimas de ellos mismos y de una Sociedad que no ha sabido o querido o podido enseñarles educación. Estos chicos viven en los márgenes, pero en el mismo centro de esta sociedad, donde nos sentimos tan confiados, junto a nosotros, en nuestro entorno más inmediato, la falta de educación es una realidad permanente que debería preocuparnos tanto como la falta de Sanidad. Siguen haciendo falta médicos para esta Sanidad que cojea, pero hacen mucha más falta los maestros, con toda la profundidad de la palabra maestro.

CRÍTICA A LA TILDE DIACRÍTICA

sábado, 4 de marzo de 2023

   Cuando el país se revuelve bajo los estertores de la controversia política preelectoral, en la que llevamos ya no recuerdo, si tres o cuatro años, la RAE nos trae por fin un debate interesante. ¿Es la tilde un recurso necesario para la desambiguación? Pues, haz lo que consideres es la conclusión de los académicos. La verdad, no eran necesarias alforjas para ese viaje. No dudo que habrá habido arduos debates en el seno de la Academia para dilucidar la conveniencia de su uso, imagino la N mayúscula discutiendo con la i minúscula con argumentos encontrados. Apasionante. Creo que si al menos hubieran llegado a una conclusión definitiva habrían ayudado a nuestra izquierda a encontrar el camino del consenso en la ley del Sólo sí es sí. Ahora mismo no sé si Podemos está solo en su propuesta o sólo va apoyar lo que propone. No quisiera banalizar un asunto tan importante como la Ley que pretendió cambiar el enfoque machista de las agresiones sexuales, pero por Dios que pongan las tildes y las comas necesarias para resignificar la Ley en su espíritu y evitar que se retuerza judicial y políticamente. En un contexto social tan revuelto y con la necesidad de hacer política social verdadera, la RAE y el Gobierno deberían esforzarse para cerrar debates espurios. 

   Puestos a desambiguar podríamos también aclarar y poner tildes a los conceptos de patriota y patrimonio (de la raíz: “patres” padres) Esto va por Ferrovial y otros patriotas de banderita en la muñeca. Así los padres de la patria, aquellos que tienen en sus manos los destinos del progreso, como diría Amancio Prada, los que llevan la “marca del que sabe”, podrían iluminarnos con su sabiduría y por una vez dejar de mirarse el ombligo. Aquellos que vivieron de lo público, son ahora fugitivos interesados. La RAE dice de la vergüenza que es la turbación del ánimo por alguna acción deshonrosa y humillante. Estimación de la propia honra o dignidad. Una fortuna legítimamente ganada, no significa que se ganó sólo con el esfuerzo del afortunado. Dar cuando te sobra ni siquiera es un signo de bondad, pero al menos infunde cierto respeto y da crédito para el título de honorable. 

    Penoso trabajo para los Académicos de la RAE, establecer las reglas gramaticales de la honra.