ÉRASE UNA VEZ UN HOMBRE INCOMPRENDIDO

miércoles, 27 de diciembre de 2023

   A este paso, no falta mucho para que, al ver al Rey emitiendo el Mensaje de Navidad, haya quien se pregunte qué anuncia ese señor sentado junto a la bandera. Desde hace tiempo, su Majestad ha dejado de tener tirón en su empaquetado mensaje. Sólo los muy monárquicos, los muy críticos, los muy ociosos, los muy crédulos, los muy teleadictos siguen la aburrida proclama. A pesar de ser emitido en todos los canales y en horario de máxima audiencia, como los mensajes Franco, su público se ha perdido. Quedan pocos monárquicos, gracias al trabajo de la Casa Real (los que fueron sus validos le afean su tibieza con la izquierda, los demás que tenían dudas de su republicanismo, han resuelto sus dilemas). Los muy críticos, más que escucharlo, van apuntando las puyas con que piensan desacreditar la alocución. Los ociosos, crédulos y pegados al televisor no ven, no escuchan, siguen la inercia de la parrilla y tanto da que hable el monarca como un anuncio para blanquear ropa. 

   A día de hoy no sabe cómo animar su discurso para llegar al respetable. Pese al trabajo que debe ser prepararlo, entre redactores, asesores, correctores y consejeros, no consiguen más que un descafeinado comunicado, que sirve tanto para un año como para el siguiente o el anterior. Texto complejo, almibarado, a propósito neutro, vacío de contenido y sobre todo de significado, consiguen que el Rey sea un ser incomprendido. Luego en la digestión del comunicado, cada cual se erige en exégeta de sus oráculos, pero sin la seguridad de que sus Reales palabras tengan ese sentido. Muchos se esfuerzan en traer el texto a su propio ideario, lo consiguen los unos y sus contrarios, aunque parezca imposible. Otros directamente se sienten vilipendiados o ignorados y no faltan los que cada año aluden a la inoportunidad, a la nadería e insignificancia de sus aportaciones. 

   Yo, que no escuche su mensaje, pero que he podido ver los recortes en los telediarios, me encuentro en condiciones de poder dar luz a tanta oscuridad. A saber: la rabiosa actualidad y España, eran su objetivo. Y tomando como piedra roseta sus tres lemas: “Fuera de la Constitución no haz Paz y Libertad” “La unidad es clave, evitar el germen de la discordia” “Cada Institución debe colocarse donde constitucionalmente le corresponde”, entendiendo los tres pilares de su prédica, todo lo demás se cae por su peso, o no. 

   Cuando habla de la Constitución se refiere a ese texto que se acuño hace más de 40 años y sigue sin mover una coma, pese a que la sociedad ha hecho un largo viaje. Pero, ya que sigue vigente y ha permitido la Democracia, respetémosla, viene a decir. Consultados los astros para la interpretación, entiendo, que el Rey plantea sin decirlo, un claro alegato contra el CGPJ al que insta sin duda a ser renovado sin dilación ni excusas. La caducidad de su mandato erosiona el crédito de la institución que debe colocarse donde le corresponde. En un perifrástico mensaje, apoya sin fisuras la constitución de un gobierno que consiguió la mayoría y el soporte parlamentario suficiente, por tanto desde su ecuánime autoridad, solicita que sea reconocido como legítimo por ser fruto del poder que le otorgaron las urnas. Apela a que, sin renunciar a la lucha política, legitima, deseable, necesaria, no se caiga en el tribalismo, en el insulto y la descalificación soez, porque son el germen de la discordia y el descrédito de las instituciones que deben mantenerse lejos de la corrupción y el deshonor. Agitar las calles con consignas guerracivilistas no puede traer más que polarización y violencia. Su magnanimidad nos alerta de que los porteadores de estandartes y consignas contra el Estado, tomen la calle a su antojo.

   Todo esto vino a decir su Majestad, pero su problema no es la lengua que habla, no requiere traducción alguna en un país hispanohablante, su problema es el lenguaje críptico con que se expresa, su medida corrección política para no meterse en charcos. Si un Rey quiere ser entendido, acreditado, y creíble, debe expresar sus opiniones sin ambages, con claridad meridiana, en el español de la calle, en el que hablan sus súbditos. 

   Si quiere hablar de la actualidad, no puede olvidar que vivimos en un país donde no todos tienen derecho a vivir con la dignidad de tener cubiertas sus necesidades básicas, como Rey debe denunciarlo. Estamos en un momento de crisis social, donde los intereses económicos y políticos están por encima de los Derechos Humanos (Gaza..) y un buen regente debe pronunciarse contra ello para demostrar su altura institucional. Hablar del cambio climático, de los retos como sociedad, de nuestra multiculturalidad, de las diferencias que nos hacen grandes, no divisibles. 

   El próximo año que le escriba el mensaje de Navidad un vasallo y que la nobleza deje su lenguaje insípido o edulcorado para las tertulias de la Corte, si no este Rey seguirá siendo un hombre incomprendido y acabará cerrado por derribo.

Carmen 'L'amour est un oiseau rebelle' Elina Garanca

UBI SUNT?

lunes, 25 de diciembre de 2023

   ¿Dónde están? Qué ha pasado con los valores cristianos que mueven la Navidad. Qué paradoja mayor puede tener el destino para que en los lugares donde el Mesías, nació, vivió y murió por la “Salvación” de las almas de todos los Hombres, se esté cometiendo este sacrílego aquelarre que es la matanza de Gaza. Aquellos lugares llamados Tierra Santa, la ciudad de Jerusalén, Belén o Nazaret, nombres que nos llevan a las raíces de las que bebe la historia de nuestra cultura, ahora están manchados de sangre. Desde el portal ya no puede verse la estrella que guía a los Reyes para adorar al Jesús nacido, ahora sólo se ven las estelas de los cohetes que son lanzados hacia Gaza para arrasarla. Dios debe revolverse en su sillón viendo ese constante brillar de las bombas sus explosiones y sus luces, los fuegos, los gritos de los sepultados bajo los escombros y los que corren despavoridos, en aquella que fue la tierra que eligió para que naciera su Hijo y Mesías. Es posible que Dios ya esté muerto porque no se pronuncia ante tanta barbarie o la vejez lo ha ablandado y no le quedan fuerzas. Si arrasó Sodoma y Gomorra por unos pecadores, qué pasividad muestra ahora con la intolerable crueldad de estos asesinos. Este Herodes contemporáneo, Netanyahu, tiene las manos libres para exterminar a todos los niños de Palestina. Si el mundo no grita basta y le aparta de las manos sus bombas es que Dios está en un coma irreversible y ya nada podrá devolverlo a la vida. Toda esta falsa comunidad de cristianos que adoramos la Navidad, no somos más que hipócritas y cínicos. Adoramos a un Dios agonizante, practicamos un Credo pacato, pusilánime ante las injusticias flagrantes. También Alá debe estar convulsionando, rodeado de sus propios vómitos al ver que sus fieles están impasibles ante la humillación de sus hermanos. Jehová entro en un estatus epiléptico al ver como sus hijos devolvían el odio recibido con más odio y Abraham ya no puede consolarlo y acabó en una depresión profunda. Todos los dioses y sus credos quedan convertidos en basura si sus creyentes no son capaces de reaccionar ante el horror. 

   La Historia nos ha acostumbrado a la maldad, al revanchismo, al crimen fratricida. Ya lo hemos leído muchas veces, pero verlo de primera mano en la historia que nos toca vivir, no sólo con Gaza, los ejemplos son tantos (Sudán, Ucrania...), que superan con mucho los actos redentores de la Humanidad. 

  Hoy en Navidad, después de una buena cena en familia, de los regalos, preparando el resto de días que son estas fiestas, no puedo quitarme de la cabeza los niños hambrientos, sucios, atemorizados por las bombas, por el horror de haber visto morir a tantos. No puedo dejar de pensar en los padres incapaces de protegerlos, impotentes y desesperados porque no ven el final del sádico ataque a su territorio. 

   Me pone triste la Navidad, es todo una farsa. Desde situarla el 25 de diciembre para sustituir una fiesta pagana, hasta su falso glamour, su espíritu de hermandad, los falsos mensajes de Paz y Amor. Es posible que alguna vez lo fuera, pero ahora no es más que un producto de mercado, una competición de luces para crear el “espíritu navideño”, unos villancicos de un empalago irreal, toda esta banalidad en el consumo masivo, …

CUENTO DE NAVIDAD: EL PERRITO FEO

lunes, 18 de diciembre de 2023

   Llegó el día en que mamá presentó su retoño en la granja. De su camada no era el más hermoso. Ella un mastín leones había tenido un affaire con el pastor alemán que rondaba la granja. El resultado, este cachorro un tanto feucho, con pelo enmarañado y de color oscuro. 

   En el establo las risas fueron la tónica general. Algunos animales más prudentes hablaban por lo bajo del desliz de la madre, de los resultados inevitables de estas mezclas, pero, aunque miraban de soslayo al perrito, no le afeaban su apariencia. Otros en cambio se reían abiertamente de su aspecto, de su ridículo porte, de su torpeza. 

   El gallo gritaba a los cuatro vientos de la madrugada su estruendoso quiquiriquí que sonaba a risa sardónica y burlona, estridente y presumido como era, comparaba el feo perrito con sus hermosos pollitos. Lo mismo hacia el pavo con su glugluteo, se burlaba del pequeño animal y afeaba a su madre que lo presentara en sociedad. 

   Los asnos con sus orejas altivas rebuznaban sin parar en una mezcla de burla y risa que a todos molestaba por su virulencia, pero, cualquiera se atrevía para decirles lo burros que eran, a la primera de cambios soltaban una coz y se quedaban tan tranquilos. 

   Los cerdos para que decirlo, acostumbrados como están a retozar en el lodo y en sus propios excrementos, eran capaces de encontrar todos los defectos del animal, gruñían y espetaban a la madre la fealdad de su cachorro. Eran ciegos a su suciedad, eran sordos a su ridículo oing,oing que creían el más puro de los cantos del ruiseñor. Frente a ellos el guau, guau tímido de la criatura que parecía más un gatito que a un perro. Sólo los gatos y algunas palomas evitaban herir a la madre con calificativos a su cachorro. 

   En la granja el escándalo fue tal que primero la madre optó por esconder a su criatura hasta que pudiera valerse y saliera de aquel ambiente inhóspito. Pasado el tiempo que todo lo cura, el caso se fue olvidando y medrado el perro abandono la granja para buscar un futuro. Pero él no era un cobarde, podía estar contrahecho como decían, podía ser desgarbado, pero desde luego no era un perrito salchicha. Al cabo del tiempo cuando nadie lo esperaba el feo perro volvió. Era grande, orgulloso, de mirada torva, pero ladrar amable. Se había sabido buscar la vida, había aprendido a ladrar sin morder y morder sin ladrar. Cuando llegó, sus antiguos compañeros no lo esperaban y probablemente tampoco lo querían. Ni que decir tiene que los borricos continuaron con sus rebuznos irónicos para zaherir al hijo pródigo, se aunaron con los ronquidos de los guarros que dijérase que rebuznaban tanto, como los pollinos parecían gruñir. Tal escándalo montaron que se temió que el perro acabara largándose otra vez. Nada de eso ocurrió y pese a los sarcasmos de propios y extraños, ajeno a las burlas y las satíricas críticas, el perro empezó a marcar su territorio. Orinó en cada esquina y enseñó los dientes cuando precisó hacerlo. Nadie puede pensar que fue fácil, pero acabó ganando el favor de los animales de la granja. El gallo ya no cacareaba tanto aunque seguía mostrando su aire de bravucón de patio, los pavos hacían un glugluteo tan suave que parecían imitar al gorjeo de las palomas y éstas trinaban como canarios. La gata siguió siendo su amiga y erizaba su lomo cuando el peligro acechaba. Al resguardo de las sombras algunos rumoreaban y el chismorreo de comadres no dejó de oírse, pero cuando se encontraban con el perro trataban de fingir admiración o disimulo. 

   Quienes no cesaron en su escandaloso teatro fueron los cochinos que arremetían contra todos los que osaran mirar al perro con ojos comprensivos, su desdén y maldad fue en aumento y no les bastaba con salpicar de lodo a todo el que osara se acercaba a ellos, defecaban en todo el recinto para hacer que pareciera un estercolero. Los asnos ya se sabe que tienen la cabeza dura y siguieron rebuznando y daban coces, haciendo coro con los cochinos en su monumental algarada. Nada podían hacer contra el perro que había sabido buscarse aliados y se había ganado la confianza del dueño de la granja. Más que un perro diríase que era un lobo feroz (o Ferraz). Quién sabe si conseguirá domeñar el odio y la rabia de los jumentos y los puercos, pero hoy por hoy sigue al frente de granja y no parece dispuesto a dejarse amedrentar por los rebuznos.

Brenda Lee - Rockin' Around The Christmas

LAS VOCES QUIETAS

lunes, 4 de diciembre de 2023

   El ruido de las bombas nunca despertaron las conciencias, sólo ensordecen los corazones de hierro. Los hombres que lideran el mundo escuchan el tintineo del metal, pero no son capaces de oír el llanto de un niño, están frecuencias distintas. Miden los hechos con varas diferentes, utilizan la métrica del sentido de Estado para dar veracidad a los acontecimientos, desprecian la Justicia que iguala a los Hombres. Hablan de valor refugio, de valor estratégico, de conveniencia política, de momento histórico, pero olvidan el valor de la vida de los otros, su dignidad y lo más simple, que el amor de una madre no distingue las razones de la muerte su hijo. 

   Harto de escuchar el silencio de los amos del mundo, estoy empezando a hartarme de escuchar sus peroratas, del eco de sus voces vacías de voluntad. 

   Cuántos muertos más necesitan para aplicar políticas de exclusión a un tirano, a un genocida. Cuándo lo llevarán ante un Tribunal internacional para que pague sus delitos contra la Humanidad. Qué países romperán relaciones con el verdugo y dirán alto y claro, que no se puede volver a dejar crecer al monstruo para que no nos sintamos de nuevo responsables de un Holocausto. Cuándo empezarán las sanciones que se iniciaron tan rápidamente con Putin. A qué esperan para acordar una acción que detenga la matanza, la masacre de niños, la destrucción de un territorio, la extinción de un pueblo. Están preocupados por el demente, pero aun así no se atreven a enfrentarlo, sus poderosas razones tendrán. 

   Hay mucha hipocresía en las cumbres internacionales, demasiados intereses en juego. Ya hemos visto fracasar cumbres del clima, retos para el hambre en el mundo, ayudas para el tercer mundo… El infierno está lleno de bien intencionados y de falsarios cobardes. El destino del pueblo palestino lo escribieron hace tiempo con letras de sangre y a los testigos mudos de esa iniquidad sólo nos quedará la vergüenza. 

   Quizá me equivoque y al final llueva en un día soleado, pero ya no creo en los milagros.

Creedence Clearwater Revival - Have You Ever Seen The Rain