INDICIOS RAZONABLES

viernes, 24 de junio de 2022

   Existen indicios razonables para pensar que algo huele a podrido en la política, o en la justicia, o en algo que podría llamarse el lado oscuro de la sociedad (da como miedo pronunciarlo). Existe como un halo de verdad, en la presunción de que existen poderes fácticos que mueven los hilos de todo el entramado. No es que me acabe de caer del guindo, pero hoy puesto a pensar en dos noticias recientes me ha entrado así como una angustia, que no sabría decir que es. Mónica Oltra dimite por indicios de la Justicia en que podría haber actuado para ocultar el delito de abusos a una menor de su exmarido. El que protege los derechos de la menor es un abogado de la extrema derecha propietario al parecer de clubs de alterne, protector sin duda de las mujeres. Pruebas no existen, la imputan para que su defensa pueda ser más cabal, dicen. Hasta ahí todo correcto. Si pudo hacerlo, debe ser investigado. La Justicia abre un expediente, la imputa para protegerla y debe dimitir. Bueno, son las reglas del juego político, donde sólo se contempla la presunción de inocencia para los propios, pero a saco con los adversarios. Sería más justo que pudiéramos tener un veredicto (veredicto viene de verdad, aunque todos sabemos que la verdad judicial no siempre se corresponde con la verdad). El paso de la Justicia es tan lento y pesado que esa Verdad llegará tarde. El daño ya está hecho. El intentar protegerla la ha dañado, sin duda. Es claro que la Justicia no aplica el principio de “primum non nocere”. 

   La otra noticia es el archivo por parte de la Fiscalía del caso mascarillas. Una empresa cobra 1.500.000 euros a la Comunidad de Madrid por un producto que le cuesta 500.000 a la empresa. Beneficios netos de un millón de euros. El hermano de Ayuso cobra una comisión de unos 250.000 euros en plena crisis. Pero no hay indicios que permitan apuntar que tuvo un trato de favor en el Gobierno de su hermana, pese al pufo de argumentos que se presentan. Tampoco parece ser indiciario de delito la mediación del primo del alcalde con Luceño y Medina, simplemente pasaban por allí. Me estoy volviendo idiota. Digo que algo huele raro si M. Rajoy no es un indicio de que se refiere a Mariano Rajoy, o que el Emerito se va justo cuando van a acusarle y vuelve cuando han resuelto sus problemas. No sé, pero estoy entrando en la paranoia cuando escucho voces de grabaciones que declaran un delito de ocultación de un cuadro de Goya para venderlo de forma anómala, o un policía y un juez que tratan de librar a una presidenta de un delito frente a la policía. Otras voces hablan de las cloacas dirigidas por el ministro de interior y que había negado en sede parlamentaria y judicial, oigo perplejo la voz en diferido de Dolores de Cospedal que conocía los papeles de Barcenas (también negadas), escuché la voz de Zaplana decir que venía a la política para forrarse y tiene 15.000.000 de euros en paraísos fiscales, escucho al mismo Zaplana con otro delincuente Ignacio González decir que deben traerse al juez García Castellón de su plácido destino en el extranjero y viene, saca al hermano de Ignacio Gonzalez de la cárcel, rebaja la fianza de Ignacio,... Creo que me estoy dando miedo porque veo indicios por todas partes. A lo mejor hay indicios razonables para pensar que la Justicia está politizada y obedece a las consignas del poder. A ver si Alberto Rodriguez “el rastas” del Congreso fue apartado con una denuncia falsa de un policía (que era la única prueba) y ahora le restituyen su escaño, ¿eso sería un indicio? 

   Estoy en un estado confusional y veo indicios razonables de locura en mis apreciaciones. Todo esto debe tener una explicación, solo que no veo que me vayan a sacar de mis temores. 

   Quizá lo que necesito es dejar de leer noticias, ya os dije que oía Voxes de ultratumba y pensaba que eran acúfenos. Menos mal que en Andalucía empezaban a oírlas y les han puesto sordina. 

   Pese a eso aun no me siento tranquilo.


         Mónica. Fuiste tú. Toni Zenet  

NO HAY VERSOS EN EL METAVERSO

jueves, 2 de junio de 2022

   Nada tan prosaico como el metaverso puede encarnar mejor el vacío que constituye el Universo. Nada como esencia del Todo. Una realidad huera, tan virtual como se pretende, sin sustrato. Construida con deseos, quimeras y fantasías. El sueño de una mente perversa o la realidad de un genio demente. Orates frente al espejo, mirando sus calaveras, sus avatares. Modelos con lenguaje binario, lenguas sobre pantallas de cristal líquido, ratones luminosos, semiconductores y circuitos integrados. ¿Inteligencia artificial? Un artificio de la inteligencia para sustituir la Razón por el Esperpento. 

    Buscamos escondernos en el reverso de la verdad, entre los bastidores del teatro del mundo y huir de la escena, vivir desde el palco proscenio la propia vida. Ser el invitado no el Anfitrión. Existir de espaldas, con los ojos vendados mirando a través de los personajes de ficción, disfrutando de sus poderes y sus multividas, sin responsabilidad, sin culpa ni remordimiento. Convertirnos en los villanos que nuestra conciencia nos prohíbe, explorar sensaciones que el cuerpo no permite, desintegrarse para reconstruir un ser de argón que nos sustituya, que nos motive para seguir arrastrando el peso de la vida. Dormir con los ojos abiertos y despertar en un sueño de luces y sonido. Andar sobre el filo de la navaja sin riesgo de herirse, caer en el abismo de la inconsciencia, flotar sobre las aguas y sentirse ingrávidos. 

   El habitante del metaverso desea,  inmóvil como un cadáver recorrer las sendas de baldosas fluorescentes que traza el programa. 

    Ser o no ser, dice Hamlet a su alter ego. ¿Quién eres tú? -Responde el software- Hemos salido de tu mundo, tú ya no existes, eres sólo la imagen espectral que se refleja sobre mi pantalla.


         Alejandro Sanz y Kany Garcia. Muero.