MALA GENTE

sábado, 24 de abril de 2021

   Desde hace tiempo no convivo con el concepto de gente de izquierdas o de derechas. Hace mucho que aprendí que existes sólo buena y mala gente. La buena no requiere ser santa, admito los defectos de los demás a cambio de que soporten los míos. Ni siquiera, los que muestran indiferencia hacia los problemas sin tomar posición me parecen especialmente malos. Sólo unos pocos incluyo en este grupo. Son gente de malas entrañas, de hiel en los labios, de mirada torva y desafiante. Gente hipócrita que bendice el daño ajeno, que se alegra de su sufrimiento, que causa el daño si con ello consigue su beneficio y su poder. De esa gente tóxica y malvada es de la que huyo. Esa es la clase de individuo que no quiero que entre en mi vida. Por eso me da miedo Vox y su entorno, porque para mí encarnan la maldad. No es que piense que todo el que vota a Vox es un malvado, no creo que sea así, pero sus representantes, esos que aparecen cada día amenazantes en los medios, intimidando e insultando, esos que se atreven a señalar a sus enemigos, que para ellos somos todos los que no profesan su fe, esos sin duda son mala hierba. A pesar de que sabemos que vienen del franquismo y del fascismo, van escalando posiciones y acabarán haciendo retroceder la mucha cultura que este país ha conseguido. Esos patriotas de mentira y burla los querría lejos de mi patria a la que pretenden tener en propiedad. 

   He releído las entradas: VOXXX y SALVAPATRIAS y me reafirmo en mi concepto de que esta, es MALA GENTE.

           Artículo de diciembre de 2018:
           VOXXX
           Artículo de diciembre de 2018:
           SALVAPATRIAS 

SALMO 5:9 del Rey David

"Porque no hay sinceridad en lo que dicen; 

Destrucción son sus entrañas, 

Sepulcro abierto es su garganta;" 

JEREMIAS 9:4-5 

"Saeta mortífera es su lengua, 

engaño son las palabras de su boca. 

Habla amablemente con su amigo, 

pero ocultamente le pone una emboscada. 

Unos a otros se engañan, 

la verdad no se la dicen. 

A decir mentiras han acostumbrado su lengua; 

son unos pervertidos, no pueden convertirse. 

¡Opresión sobre presión, engaño sobre engaño! 

Rehusan conocer a Yhavéh." 

 


DR. JEKILL Y MR. HYDE

domingo, 18 de abril de 2021

   Me ha surgido el tema a partir del juicio con las declaraciones de relevantes figuras del PP respecto a las anotaciones de los papeles de Bárcenas. Al principio me quedó la sensación de tonto observador. La burda estrategia de la mentira ramplona, sin maquillaje, parece la consigna de todos para desmentir lo que para el resto de las personas es evidente. ¿Cómo estos prohombres que representaron a millones de personas a los que se les presume inteligencia y formación, caen en este negacionismo simplista de desmentir lo evidente? 

   Yo tengo mi teoría. Se me ocurrió leyendo los cómics de Asterix y Obelix. Está claro, en Génova existe una réplica de Panoramix el druida. La poción que a los galos les daba una fuerza increíble aquí se trasmuta en una especie de brebaje similar a la del Dr. Jekill. Cuando entraban por la puerta (la puerta del despacho de Lapuerta o del mismo Bárcenas) cada uno tomaba su ración y se transformaba. De tal manera era el cambio, que olvidaba su propia identidad, ese y no otro es el motivo por el cual no reconoce ninguno su propio nombre en los papeles (M.Rajoy, Arenas, Federico Trillo, Rodrigo Rato… y hombres de rancio abolengo como el marido de Esperanza Aguirre, entraron en el colapso identitario). Estoy seguro de que no mienten, ellos creen de verdad que existen otros Marianos Rajoys o Javieres Arenas, probablemente cientos dentro de las filas del PP y que son merecedores  del estipendio que bajo mano les repartían. Incluso el propio Bárcenas  tomaba la poción vistos los cambios en su memoria, no debidos a su estrategia, sino claramente al desdoblamiento de personalidad que le producía. Si Asterix podría ser el propio Bárcenas, sin duda Obelix, el que cayó en la marmita de pequeño y quedó impregnado de la poción ese es JMA, José Mari, él nunca ha dejado de mostrar esa personalidad poliédrica entre la comicidad, el cinismo y la completa enajenación que representa con histriónica mueca y hierático rostro. 

   Así pues, sin querer ser juez ni parte, quiero exculpar a estos líderes que no son responsables de sus actos, porque los cometieron bajo los efectos de mágicos encantamientos producto de brujos que no viven allende los mares y que probablemente habitan en las filas del social comunismo. 

    Desvelado este misterio, (ahí lo dejo para Iker Jiménez), quiero denunciar que esa fórmula magistral se está vendiendo desde hace tiempo de forma masiva en el mercado negro. Ello lo demuestra que existe una amnesia evidente de quien es quien en cada lugar. Los madrileños están a punto de dar el poder a Ayuso que cuando toma la poción se sube al caballo de la Libertad y como la Marianne de la Revolución Francesa enarbola la bandera de las 7 estrellas blancas sobre fondo rojo (igual lo cambia si gana, sobre todo si tiene que gobernar con los los franquistas). En Valencia también tomamos esta droga durante mucho tiempo y mantuvimos un grupo de corruptos en el gobierno durante vintitantos años (eran tiempos de Rita, Zaplana, Camps, Cotino, fuimos el centro de la ruta del “bakalao” con los hits de la música “mákina”, es posible que tomáramos varias drogas). 

   Pero una prueba irrefutable de que la mixtura que el Dr. Jekill, circula por doquier, es la desmemoria que nos ha ocurrido con la pandemia, donde lo héroes se convierten en villanos; la mascarilla pasó de irrelevante a imprescindible; las vacunas son salvadoras un día y otro son venenos peligrosos; que las mismas vacunas que son un bien necesario para el mundo son acaparadas masivamente en el primer mundo; que el estado de emergencia que nadie quería y parecía un ataque a las libertades públicas, es ahora una tabla de salvación; un Rey convertido en la dualidad de ser un truhan y un señor… 

   Perdón que voy a tomarme mi ración de droga porque la realidad me confunde o tomaré el antídoto porque Hyde se me apodera.


         Aznar casi a punto de pedir perdón