NO-DO

domingo, 16 de junio de 2019

   Estos días amanecen en blanco y negro, los colores se han perdido en el oscuro devenir de la política. En los tiempos en que parecíamos despertar del mal sueño de la corrupción y el engaño consentido, los azarosos misterios que emanan de las urnas me devuelven a la monocromía.

   El socialismo ha capitalizado el voto contra el desprestigio de un oficio que no parece que vaya salir del lodo. Debería alegrarme cuando se destrona a los falsos profetas que decían traer prosperidad y trajeron decepción, pero no lo consigo. Oigo los fantasmas de antaño ulular como lo hicieron en otro tiempo. Este triunfo socialista ha despertado las iras del monstruo. La derecha que mantenía atados sus mastines que devoraban a rojos y masones, han sido liberados. Un nuevo aire envuelve a los antes moderados, una ventisca los ha revuelto y las soflamas patrióticas son ahora el discurso para el populacho. Mas banderas, como vendas en los ojos, se han repartido para tapar los ideales. Los sueños de la reconquista, la memoria del Imperio, despierta en mí las pesadillas del pasado y no la esperanza de un futuro nuevo. Estos hipócritas me producen el mismo temor que las imágenes del NO-DO, el desasosiego de que aquel absurdo pueda volver. No puedo imaginar ahora la sumisión a los preceptos oscuros de la Fe que se anuncian como el apocalipsis desde los púlpitos, ni las arengas predicadas desde las tribunas sobre la unidad de España y la pureza de la raza.

   A pesar del aparente triunfo de la izquierda (dividida y desconcertada, en proceso de digestión de esta nueva tesitura) hay signos alarmantes que me aterran. Que en Andalucía se pueda normalizar un gobierno con fascistas que se pervierten el sentido de las palabras que definen el dolor de las mujeres y el sentido de la historia olvidando la memoria.

   Que en Madrid se sustituya a una mujer honorable como Carmena, que no se ha corrompido y que despierta el sueño de otra forma de hacer política, por gente que apenas arribados utilizan el insulto a su predecesora como carta de presentación,  me deprime. Que además su llegada sea posible sumando a una derecha que ha virado hacia lo más rancio de sus ideales con nuevo partido que decía venir con aires de regeneración y dejó caer la careta. Y lo más detestable, que ambos acojan con una normalidad paralizante al fascismo como aliado, dejando que se crezcan en sus fanfarronadas y vomiten su indeseable ideario, me aterra.

   Veo cada vez más cerca las imágenes del NO-DO en nuestros telediarios y lo veo no sólo en nuestro país. Cada vez que oigo hablar a Trump y sus insultantes twits con los que reparte su verdad por el mundo, su política me produce nauseas, atentar contra los pobres sólo está en las manos de los inmorales. Putin ha convertido a Rusia en una dictadura encubierta, China a la que todos reconocen como una dictadura, es blanqueada en virtud del poder de su dinero. Los déspotas se van apoderando de gobiernos y de sillones en los gobiernos. Los países se van convirtiendo en satrapías de una ideología que ya conocemos, el fascismo.

   Pronto antes de cada capítulo de las series que vemos, nos venderán un episodio del NO-DO internacional.


Vetusta Morla. Consejo de sabios


Vetusta Morla. Consejo de sabios