LAS VOCES QUIETAS

lunes, 4 de diciembre de 2023

   El ruido de las bombas nunca despertaron las conciencias, sólo ensordecen los corazones de hierro. Los hombres que lideran el mundo escuchan el tintineo del metal, pero no son capaces de oír el llanto de un niño, están frecuencias distintas. Miden los hechos con varas diferentes, utilizan la métrica del sentido de Estado para dar veracidad a los acontecimientos, desprecian la Justicia que iguala a los Hombres. Hablan de valor refugio, de valor estratégico, de conveniencia política, de momento histórico, pero olvidan el valor de la vida de los otros, su dignidad y lo más simple, que el amor de una madre no distingue las razones de la muerte su hijo. 

   Harto de escuchar el silencio de los amos del mundo, estoy empezando a hartarme de escuchar sus peroratas, del eco de sus voces vacías de voluntad. 

   Cuántos muertos más necesitan para aplicar políticas de exclusión a un tirano, a un genocida. Cuándo lo llevarán ante un Tribunal internacional para que pague sus delitos contra la Humanidad. Qué países romperán relaciones con el verdugo y dirán alto y claro, que no se puede volver a dejar crecer al monstruo para que no nos sintamos de nuevo responsables de un Holocausto. Cuándo empezarán las sanciones que se iniciaron tan rápidamente con Putin. A qué esperan para acordar una acción que detenga la matanza, la masacre de niños, la destrucción de un territorio, la extinción de un pueblo. Están preocupados por el demente, pero aun así no se atreven a enfrentarlo, sus poderosas razones tendrán. 

   Hay mucha hipocresía en las cumbres internacionales, demasiados intereses en juego. Ya hemos visto fracasar cumbres del clima, retos para el hambre en el mundo, ayudas para el tercer mundo… El infierno está lleno de bien intencionados y de falsarios cobardes. El destino del pueblo palestino lo escribieron hace tiempo con letras de sangre y a los testigos mudos de esa iniquidad sólo nos quedará la vergüenza. 

   Quizá me equivoque y al final llueva en un día soleado, pero ya no creo en los milagros.

Creedence Clearwater Revival - Have You Ever Seen The Rain