¡A SUS ÓRDENES MI GENERAL!

martes, 8 de diciembre de 2020

   Yo entiendo poco de militares, no hice la mili (como Abascal) y la música militar nunca me supo levantar (como a Brassens), quizá por esto no acabo de comprender como se permiten hablar de esta manera los generales. Ellos, cargados su pecho de medallas y condecoraciones (siempre me ha llamado la atención la de colorines que adorna la pechera de estos héroes). Los galones, las charreteras y las estrellas me impresionan. Cuantos méritos acumulados en su persona, cuantas hazañas a lo largo de esas carreras fulgurantes. Está claro que muchos de los que se permiten hablar de fusilamientos, es posible que fueran militares cuando los fusilados eran rojos. No digo que tuvieran que participar en algún pelotón, pero a buen seguro pensarán que aquellas muertes fueron justas por tratarse de simples maleantes y desalmados. Es necesario despersonalizar al enemigo y denominarle con algún apelativo que de por sí, ya sugiera su maldad, o sin más, la pruebe. Con ello es más fácil decidir aquellos que deben morir, porque pertenecen a alguno de estos abominables subgrupos de humanos. Lo realmente difícil es ver 26 millones de villanos. ¿Qué les pasa por la cabeza? ¿La vejez causó el daño o el mal venía de fábrica? Puede ser simplemente un exceso verbal provocado por la rabia, pero sin la maldad que sugiere. Quizá el hecho de que un gobierno ilegítimo de social comunistas, libertinos y filoetarrras con el preconcebido plan de acabar con la unidad de la patria con la participación de los sucios independentistas, haga arder en su interior el espíritu nacional y estalle por un momento en una frase descontextualizada. No importa que ese gobierno haya sido elegido por millones de compatriotas, que lo hayan legitimado en las urnas en más de una ocasión. Es probable que el concepto de democracia les resulte tan repelente como el Gobierno. Sin duda la elección del “irreptible” dictador les parece mucho más ordenada y su España monocolor (gris) mucho más atractiva. También es posible que así sea porque vivieron la dictadura con entusiasmo. 

    No es que no pensara que había fascistas en las filas de un Régimen Fascista, eso sería demasiado ingénuo. También estoy seguro que hombres con tantos méritos sobre su uniforme como ellos, enrojecen de vergüenza ante estos comentarios. No asustan las bravatas y las cartas al Rey de estos condecorados ancianos, seguramente el Rey tiene otros quebraderos de cabeza en este momento como para alentar un golpe de estado como algunos pudieran proponer. Me incomodan mucho más los silencios cómplices, el escudarse en la privacidad de los chats para no argumentar en su contra. Por no hablar de los medios que los justifican basándose en sus mismas premisas, me producen nauseas. Aún recuerdo algunos de los casos más mediáticos: el de Casandra por un chiste malo sobre Carrero Blanco, o los titiriteros encarcelados por enaltecimiento del terrorismo, posteriormente archivada su causa o Valtónic con una condena de más de tres años por injurias a la corona y enaltecimiento del terrorismo por las letras de sus canciones(Deberían llamarlo el Laoconte de la Casa Real). Los mismos que hicieron escarnio de ellos ahora mantienen una equidistancia  ignominiosa con los generales. 
    Defendamos la libertad de expresión, pero está bien que sepamos manifestar sin miedo la disconformidad con infamias de cualquier origen. Condenar lo obsceno y vergonzoso nos hace más sabios y resta valor y fuerza a los cretinos.