SÍSIFO

domingo, 23 de julio de 2023

   Sube Sísifo la cuesta de la montaña, cargado con la enorme piedra, sepultado bajo su peso, encorvada su espalda asciende con paso lento pero confiado. Los Dioses de Génova lo castigaron con la pesada carga de la mentira sobre sus hombros de hombre de bien. Él que provenía de los verdes pastos gallegos, donde ya conocía bien el ganado, quiso ganar la gloria, o quizá le incitaron a hacerlo. Lo cierto es que el peso del pasado pesa sobre su cuerpo menudo, amistades que salieron a la luz, contrabandista o traficante, Marcial lo ha venido a buscar desde las sombras en que estaba guardado con celo por los suyos. Luego el cúmulo de mentiras, medias verdades, “inexactitudes” repetidas que por mor de su insistencia dejan de ser meros errores para tratarse de estrategias basadas en la falacia. 

   Esa es la gran piedra que arrastrará hasta el 23 de julio. Ha ido subiendo la cuesta con dificultad, por eso el lumbago, por eso sus incomparecencias, por eso sus miedos a entrevistas o debates. El prefiere el pesado camino de piedra con la carga sobre sus hombros, en silencio. ¡Dejadme sólo! Si llego seré el Rey, si la piedra rueda de nuevo por la pendiente, volveré a empezar. 

   Aunque mucho me temo que, si cae, los Dioses levantarían el castigo de Sísifo pero será sustituido por el ostracismo o lo que sería peor, condenado como Casandra al dolor y la frustración de que nadie creyera sus palabras. ¡Pobre Sísifo! Me inspira ternura subiendo pesadamente por la empinada ladera que lleva al poder. Quizá los que dicen ayudarlo en llevar su pesada carga como un nazareno con la cruz, lo que pretenden es llevarlo al Gólgota. 

   Esta noche sabremos si su ímprobo esfuerzo es correspondido por la mano ciega de la democracia. Si es así, se coronará con los laureles, mientras le susurran al oído como al César (“memento mori”). Si acaso los pérfidos hados le guardan el destino de la derrota, su corona será de espinas y ya nadie tendrá pena por él, será expulsado al Tártaro para que resurja un nuevo líder (los lobos ya afilan sus dientes, Cancerbero está avisado). 

   Si llegado a la cima no consigue la púrpura, reclamará la ilegitimidad del proceso, la perniciosa acción de los que quieren romper España, el pecado nefando de la siniestra política. Cuatro años más de calvario que probablemente reservarán para otro candidato, porque Sísifo ya habrá sucumbido bajo el peso de sus mentiras.