Pornografía política. Los planteamientos de un partido que rescate valores y emblemas del franquismo, no son para mí otra cosa que pura pornografía. Resulta repulsivo que en los tiempos que vivimos, tras los avatares de nuestra historia, seamos capaces de olvidar nuestro pasado reciente. Ellos reclaman el espíritu de la España Imperial, dueña de los destinos del viejo y del nuevo continente. Olvidan que el general al que añoran hizo posible que exportáramos peones hambrientos a la Europa a la que sólo pudimos pertenecer tras su muerte (éramos los emigrantes que ahora repudian). Evitan decir que las “glorias del pueblo español” se masticaban con pan negro y vino peleón. Ignoran a propósito la miseria de un Régimen atroz y atrasado, ruin con sus compatriotas (los de su patria) y lleno de rancios conceptos de honor, pureza y obediencia que de tan falsos necesitaban ser bendecidos por los sacramentos de aquella Iglesia colaboracionista. El Nacional Catolicismo resultaba tan anacrónico que España, la grande y libre, nos alejó de nuestros vecinos (Europa empezaba en los Pirineos).
¿Estos prohombres son los que están dispuestos el PP y Ciudadanos a llevar de la mano para dirigir nuestros destinos? ¡Esperen un momento!, yo me bajo en esta estación. ¿Tan ciegos estamos? ¿O nos hemos convertido en analfabetos con corbata? ¿Estamos indignados? Pues seamos indignados, pero no suicidas.
