SIN TRUMP AS NI MAZON

viernes, 15 de noviembre de 2024

   La realidad es la que es. Por más que nos empeñemos en creer que es imposible que un idiota puede alcanzar las más altas cotas de poder, los hechos nos desmienten y nos dan un guantazo con la mano abierta. Piensas, en un país que es un gigante económico y científico, que su líder pueda ser un psicópata es una distopía imposible. Que ese energúmeno nombre como director de la sanidad a un antivacunas, en justicia a un delincuente o como financiero mayor del reino, para eliminar los gastos superfluos, al hombre más rico del mundo es coherente, pero grotesco. Todo parece un vodevil absurdo del teatro de Ionesco, un estrafalario esperpento salido del producto de una intoxicación por LSD, pero no, es la realidad. 

   Si la Inteligencia Artificial, los medios, los bulos, las campañas de intoxicación han podido abducir a los votantes, no hace más que confirmar que la democracia está acabada. Si los que votan son analfacríticos, si son incapaces de masticar la información y digerirla por sí mismos, el futuro es un probable abismo. Esa obscena realidad la aplauden los amorales: Netanyahu, Putin... hacen palmas con las orejas. Si hasta ahora han sido impunes y se les ha permitido cometer los más atroces atentados contra la dignidad humana, ahora el espectáculo puede ser un circo a cinco pistas. La COP29 en Bakú para discutir el cambio climático, no es un síntoma, en un cuadro séptico terminal. Definitivamente no hay cura, tenemos los días contados. Al menos se venderán más coches eléctricos de Tesla, objetivo sin duda procurar el bien de la Humanidad, no el negocio de Elon. 

   Puede parecer que los tarados están lejos, pero no, conviven como zombis entre nosotros. Un incompetente negligente como Mazón es nuestro presidente. Él y sus adláteres pretenden convencernos que desde el malvado Averno la AEMET y la CHJ se conjuraron para con silencios cómplices, no avisarles de que el diluvio universal se cernía sobre nosotros. La falta de cobertura en el restaurante o el Ventorro que no dejaba oír nada, impidió que el presidente levantara el culo de la silla. Si dijera que nunca he visto tanta desvergüenza mentiría porque están calcando sus anteriores descalabros, el 11M, el Yak 42, el Prestige, la corrupción llevada a su máxima expresión, los 7291 ancianos muertos en residencias y como no, el accidente del metro de Valencia. Como Monica Oltra decía: "En el PP son más peligrosos por ineptos que por corruptos" y de lo segundo han ido sobrados. 

   La culpa siempre vive afuera, todo ello fue inevitable, inimputable a la ineptitud de personas que ostentan poderes que no controlan. Le ha faltado decir a Mazón que se tenían que morir igual. No es que atraigan el mal, ni que lo provoquen a sabiendas, es simplemente que son incapaces, porque su ascenso no se debió a ese mantra que repiten de la meritocracia, sino simplemente a la lametrocracia, la propaganda y los intereses. Ahora como entonces, la estrategia es la mentira repetida y amplificada, el reparto de culpas, el desvío de la mirada hacia otros objetivos y por supuesto la promesa de que la próxima lo van a hacer bien. La falta de humildad, la ausencia de escrúpulos con más de doscientos muertos y miles de familias arruinadas provocan una rabia, una desesperante sensación de impotencia contra la insidia. Si no somos capaces de reconocer que estos individuos nunca nos sacarán del lodo, que nos meterán una y otra vez en el fango y nos revolcarán en la miseria mientras comen y beben pagando con la Visa Oro, estamos perdidos. 

   La esperanza es que el pasado sábado más de 130.000 voces gritaron: Mazón dimisión y a prisión. Después de escucharle en les Corts, espero que convoquen otra para salir de nuevo a gritarle que desaparezcan de una vez por todas, porque el daño que han provocado es demasiado grande para soportar su presencia.

SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

miércoles, 6 de noviembre de 2024

    Siento rabia, indignación y pena por la desgracia enorme que nos ha venido del cielo. Esas aguas turbulentas que bajaron en tromba provocaron tanta desolación en la gente, que mi corazón se siente también desolado. En contrapartida siento orgullo y emoción al ver la respuesta de miles de jóvenes. La generación de cristal no parece que es tan egoísta, no está tan poseída por los móviles como podíamos pensar. Las redes los movieron, fueron una riada benigna de solidaridad y generosidad. 

   Siento perplejidad, desilusión, desconfianza por los responsables que ignoraron por ineptitud o por desidia las señales de la catástrofe que tan bien les marcaron la ciencia. Por ellos siento un desprecio enorme porque carecen de la dignidad y la humildad para reconocer su error, para dimitir y pedir perdón a las víctimas. Pero a la vez se despierta mi orgullo cuando veo de lo que somos capaces para restablecer lo destruido. Demasiado lento para los afectados, con retraso, pero con entrega: bomberos, UME, policía, guardia civil, militares se han dejado las manos en la tarea de recomponer el roto que la Naturaleza contrariada ha provocado. Devolver parte de la calma al caos. 

   Me avergüenzo de la violencia que alimentan los que odian aprovechando la frustración de los que todo lo perdieron. Me producen nauseas los que roban a los desposeídos, los que arrojan bulos interesados para ganar audiencia y dinero, los que mienten por interés político. Toda esa escoria me hace tener dudas sobre la naturaleza humana y la maldad que es capaz de expresar. Pero me reconforta ver voluntarios venidos de todo el país, ver gente de campo con sus tractores, escuchar mensajes de verdadera solidaridad y de dolor compartido con los afectados. 

   Sigo pegado a la pantalla, hipnotizado, contemplando el desastre con una mezcla de dolor y gratitud, de frustración y esperanza. Seguimos en shock por los muertos, por las imágenes que se parecen a una zona de guerra. Me asaltan las dudas de si al final se olvidará el mensaje que lanzó la lluvia. Si como en otras ocasiones todo acabará en un mal recuerdo, en una fecha señalada por la desgracia. Cuando recompongamos las casas, las calles (las almas de los que han perdido a su familia nunca se recuperará), cuando podamos ver de nuevo el sol y el ajetreo en lo que ahora el un erial de barro, ¿Seremos capaces de recordar que este sólo ha sido un aviso? ¿Seremos suficientemente maduros para ser críticos con los que prometen que lo público puede abaratarse sin costes? Esa es la gran prueba que nos espera, si en este tumulto de sentimientos encontrados, sabremos encontrar la salida que nos permita luchar para que no se repita. 

   Me debato entre la evidencia de los hechos y la duda de si hemos sabido entenderlos. Sentimientos encontrados. 

Al meu pais la pluja. Raimon.

El fang, la pluja, el fang, els carrers plens de fang,

l'aigua, l’aigua caient, a dolls, de les teulades;

els carrers plens de fang, les sabates amb fang, la boira,

el caseriu i l'esgarrany d'un arbre.

El fang, la pluja, el fang, unes coses humides.

 

He vist coses. Finestres, i genolls, i cistelles,

i ascensors, i prospectes, i he vist la sang dels parts

(i l'he sentida caure brutalment al poal),

i he vist mercats, i grills, i claustres, i telèfons,

i avets, i pèls suats, i gavines, i llànties.

He plorat molt. He vist coses. He plorat molt.

Vicent Andrés Estellés,  Llibre d'Exilis (1971)

 

IDUS DE MARZO

sábado, 26 de octubre de 2024

    No es Errejón un César, ni se ha cometido un asesinato, ni siquiera estamos en marzo, pero imagino en la Roma Imperial los grafitis, como aquí en los telediarios y los periódicos. Noticia de primera plana, comentarios, opiniones… 

   "El Senado se abalanza sobre el tirano clavando sus puñales. Al ídolo caído ninguna clemencia le espera, una daga se clava en su costado, un puñal en el corazón, incluso algún gladio secciona la yugular expuesta. Yace el maldito sobre un charco de sangre que es la sangre redentora, la que expía los pecados de todos. “Tu quoque fili mi?” se pregunta mientras su cuerpo se precipita en el abismo de la oscuridad eterna. Mis amigos se abalanzan contra mi, piensa con los ojos abiertos detrás de las gafas de intelectual, mientras cae derrotado". 

   Esto es la noticia, pero en la base de todo existe un hecho, un comportamiento tan sucio y con tanto hedor, que no despierta el más mínimo sentimiento de compasión. 

   Entre aquellos que empuñan todavía el puñal sangrante, manchando sus blancas túnicas romanas, algunos aprovechan para reclamarse como garantes de la defensa del verdadero credo y otros reprochan la mentira que defendía el finado. En el senado romano ahora tan excitado por el golpe, no hay un compromiso total para erradicar el mal. Demasiado postureo y conveniencia. Demasiada tolerancia con los precedentes. Es una oportunidad, pero ya hubo otras antes.

   Errejón será el responsable de todo lo que ocurra. Un hombre inteligente no puede esconderse en los jeroglíficos verbales de la duplicidad persona/personaje. No cabe pensar en un Dr. Jekyll y Mr. Hide postmoderno, neoliberal y patriarcal, eso son escusas de mal pagador. Cada cual tiene sus propios demonios, pero ante un hecho tan grave, que sabe que ha perjudicado a terceros, la primera reflexión debe hacerse desde la petición de perdón, no de comprensión. No es necesario practicar un haraquiri público, pero no es suficiente esgrimir la justificación en lugar del arrepentimiento. No le puede servir de coartada. 

   Su discurso brillante tantas veces escuchado, su apología en la defensa de lo que ha traicionado de forma tan flagrante, es un agravante que no puede eximirle, a pesar de los atenuantes que pueda legítimamente esgrimir. Esa disparidad entre su teoría y la práctica le desacredita como referente, si no es como referente de la hipocresía. No vuelve falso su relato, no dejan de ser veraces los principios que defendía. Sólo él deja de ser creíble.

   La verdadera cuestión, es que el delito no depende de quien lo comete sino del delito en sí. Errejón no es el primero, ni será el último, pero como sociedad tenemos que aprender a tener una tolerancia cero contra la agresión a los otros. Me produce repugnancia escuchar lecciones de moral, tanto de la izquierda como de la derecha. Dejen de lamentarse o de utilizar la ventaja política que da el delito. Hay que actuar y aislar a los violentos, denunciar la obscenidad de su comportamiento. Debe haber asunción de responsabilidades por la propia regeneración de la sociedad, no por rédito político. 

   Nebenka, Giselle son ejemplos actuales que deberían ser suficientes para expulsar de la sociedad a los agresores. Tipos como Trump, Pellicot, nos demuestran que la tolerancia crea monstruos, tenemos que erradicar estas actitudes, por el bien de las mujeres, por el bien de los hombres, por la salud de la sociedad. 

   Íñigo tendrá que asumir las consecuencias de sus actos, Roma no paga a traidores.

 

TODO ES VERDAD

sábado, 19 de octubre de 2024

   Ahora que nos hemos instalado en un mundo de bulos, fantasías creadas por la IA y mentiras intencionadas, yo he empezado a creer en la Verdad. Hay más verdad de la que parece, pero como los hongos en el monte esta oculta bajo las pinochas, semienterrada en el humus, hay que destaparla, pero está ahí. 

   Fíjate si no era verdad lo que defendía Zaplana en las grabaciones del caso Naseiro donde afirmaba que: “él estaba en política para forrarse”. Hemos tardado veinte años en confirmarlo, porque la Justicia sólo corre cuando es necesario, pero acaban de nombrarlo delincuente. Aún no es firme, afirman sus compañeros de viaje, pero en 10 años más a lo sumo, se hará patente. Quizá entonces sea también verdad lo que afirmaba su oncólogo, que se estaba muriendo de leucemia para sacarlo de la cárcel. Espero que no, y que pueda para entonces disfrutar de las tardes soleadas del patio de Picassent. Pedir que devuelva el dinero ya no es una aspiración plausible. 

   Todo es verdad, que a Ayuso le gusta la fruta y disfruta con ella, seguro. Le gusta la bronca como a otros les puede gustar el diálogo, le gusta el insulto porque es su verdad contra los argumentos. Podemos ir viendo como de la A a la Z (no sabía que Zapatero estaba imputado) hay evidencias de corrupción, que lejos de estar en su entorno, viven en el de los otros. Que su novio (y antes su hermano) consiguiera una legitima comisión de dos millones de euros por mascarillas no es más que una verdad sin valor acusatorio y él mismo apela a la verdad reconociendo su fraude a Hacienda. ¿Quién dice que miente? 

   Tampoco miente el Tribunal Superior cuando investiga la filtración del mail secreto que sólo comparten unas 50 personas, ¿Quién puede dudar de que uno de los filtradores pueda ser el Fiscal General del Estado a las órdenes del Gobierno? 

   ¿Acaso los ataques de sinceridad deben ser penados con el descrédito? Casado bien sabe que nada hay tan práctico como esgrimir la veracidad como argumento y plantear la duda de si es legítimo enriquecerse con el mal ajeno para permitirle una salida honrosa de su partido. Que con un mal tropiezo cayera por la ventana de Génova, sólo forma parte de las contrariedades de la vida misma. 

   Si la verdad tuviera un adalid indiscutible, este sería sin duda JM Aznar que vio con claridad las armas de destrucción masiva y la participación de ETA en el 11M. Un hombre clarividente que, aunque no acertara con su verdad, nunca bajó al fango de la disculpa, porque en su imaginario seguía siendo cierto por el mero hecho de haber sido pronunciado por él mismo. Aún sigue ofreciéndonos verdades futuras en forma de augurios y profecías que nos anuncian el irremisible fin de la civilización fuera del Orden que predica. Ofrece a la par un críptico oráculo: “el que pueda hacer que haga” que hagiógrafos y exégetas han interpretado perfectamente. La verdad cuando emana directamente de las fuentes sagradas es fácilmente detectable. Sin ir más lejos el propio Miguel Tellado en su incansable lucha contra la falsedad y sus consecuencias, siguiendo la anterior consigna, afirma con una veracidad intachable: “Nuestra obligación en estos momentos es echar a Sánchez del Gobierno, acabar lo antes posible, y lo vamos a hacer con todos los medios a nuestro alcance y si los medios son judiciales, también lo vamos a hacer” 

   Hasta el Emérito ha venido aclarar las dudas sobre su borbonidad al frente de la Corona. Las grabaciones son francas y entendibles para el pueblo llano. Conversaciones coloquiales y campechanas al nivel de su contertulia, que permiten verificar esos misterios que nunca existieron, porque era una verdad oculta a voces. 

   La política es de todas las artes la más veraz, la más virtuosa de las actividades públicas y está sin duda repleta de ejemplos. Si precisan mentir, siempre lo harán por una buena causa, sea el partido, ellos mismos o la patria que es el más noble de los conceptos que se pueda defender. 

   ¿Quieren más pruebas de que la Verdad está más presente que el engaño en nuestras vidas, que los bulos son sólo un espejismo con el que pretenden asustarnos? 

   El único escalón superior, es la veracidad emanada desde la autoridad judicial, sus sentencias, sus autos, son la “verdad judicial” que es tanto como decir la Verdad Absoluta. Tanto más cuanto más alto sea el Tribunal de la que emanen. Ellos se rigen por el axioma de la imparcialidad total. La Audiencia Nacional dice en sus sentencias verdades como puños tachando al PP de organización criminal, asociación ilícita y delitos electorales. 

   Podemos vivir tranquilos porque sin duda alguna la Justicia obra con absoluta equidad y con los ojos cerrados. “Todos somos iguales ante la Ley” 

   No hay mayor Verdad. 

   Eso y que Dios es Uno y Trino.

El lobito bueno, de José Agustín Goytisolo

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
 
 
 

EL TIEMPO DE LA IRA

miércoles, 2 de octubre de 2024

   Es el tiempo de la ira y la sinrazón. Se ha perdido ya toda esperanza de que la templanza se alce vencedora. Hemos sucumbido, quizás desde hace ya muchos siglos, a esta locura colectiva, hemos aceptado el fracaso de la concordia, por fatiga, por hastío o por indiferencia. 

   Inventamos conceptos como la Democracia, la Paz, los Derechos Humanos, pusimos en ellos la esperanza de un Nuevo Mundo, pero los hemos pervertido. Ni siquiera Occidente que creía haber nacido para proteger la Razón, que venía a salvar a los Hombres de la barbarie que decían representaba Oriente, ha tenido la mínima decencia en mantener las apariencias ante el oprobio. Desde el otro lado del mundo, no se ven tampoco indicios de pudor alguno para rescatar a la Humanidad de la miseria, ni de la sumisión. 

   Estamos definitivamente perdidos. No hemos aprendido nada. Repetimos la Historia, renovamos las desgracias de los pobres, las víctimas vuelven a ser víctimas y los victimarios escapan siempre sin castigo. 

   Bomba tras bomba, muerto sobre muerto, acumulamos cadaveres que abonan la Tierra. Son el humus del planeta, su sangre lo riega y las conciencias siguen ignorando el triste destino que compartiremos. 

   Mantenemos las bocas cerradas ante la ignominia, hueros de vergüenza, instalados en la propia cárcel de nuestro interés, vamos contemplando como iluminan la noche los cohetes que caen y destruyen lo que nunca podrá ser recuperado. Nadie devolvera la vida a los miles de niños palestinos, nadie reparará las heridas de tanto sufrimiento, nadie podrá resarcir el daño que vemos en las pantallas, los cayucos siniestrados, los muertos de hambre en el mundo, los esclavizados por la maldad. Ignorantes convencidos de que lo que no es noticia no existe, nos eximimos de la culpa de las desgracias ocultas a la actualidad. La Justicia Universal permanece ciega ante los agravios. El descrédito es ya una palabra vacía, no hay Institución que mantenga la dignidad. Pequeñas escaramuzas de activistas, de soñadores, de libertarios, de hombres y mujeres que siguen creyendo que el cambio es posible, luchan y se estrellan contra el Poder institucionalizado, contra el poder del dinero y el poder de la ideología. 

   No hay vuelta atrás, el mecanismo de la maldad ha ido retroalimentando el odio y nunca parará, un perpetuo mobile que movera por siempre los resortes de la inmoralidad. La muerte es el titiritero que mueve nuestros hilos y será la parca la que los corte cuando se canse de los muñecos de trapo, sin conciencia, ni hálito vital. 

   No es pesimismo, es pura conciencia de la derrota, es el triste reconocimiento de que el mundo desvaría. Los locos se sientan los mandos de la nave, manejan los bombarderos y las bolsas, ellos creen que están a salvo en sus bunkeres, en sus mansiones con piscina, pero tanta abominación no quedará sin perdón, tampoco para ellos. 

   Me gustaría cerrar los ojos y que al abrirlos se tratara de un mal sueño. Me gustaría cerrar los puños y que al golpear la mesa se rompiera el tablero de los maquiavelos y cayeran como piezas del ajedrez al abismo del olvido. Pero ni los ojos cerrados, ni los puños prietos pueden destruir este maleficio. Sólo la palabra, la saliva de miles de dormidos puede parar el incendio devastador que provoca la soberbia, la avaricia, la lujuria y la gula, la envidia y la ira creciente, pero sobre todo la pereza del hombre satisfecho.

LA MEMÒRIA TÉRBOLA

domingo, 15 de septiembre de 2024

   Soc un home que ha perdut la seua memòria, potser mai la vaig tindre bé, potser els anys l’han anat arrossegant com un cuc les fulles de morera. Els records van quedant-se com si foren l’últim gemec d’un malalt que agonitza i sols es pot sentir a cau d’orella. Soc un home sense arrels o si de cas, amb unes arrels poregoses que mai s’enfonsaren en la terra. He perdut la memòria i no sé escriure en la meua llengua, estic desmemoriat i avergonyit perquè cada dia els records es fan més foscos, més estranys, com si pertanyeren a un altre que no soc jo o millor dit, al jo que era abans, al que era de menut. Només eixos records es queden en mi.

   Mon pare va morir el 7 d’abril, però pareix que han passat anys. No puc recordar-lo com era, quasi no puc sentir la seua veu, estic perdent-la i en fa por. Recorde perfectament quan anàvem en la moto, una Ducati 50, els caps de setmana, a espigolar ametles, assegut davant al depòsit, encontràvem un niuet i cridàvem: “pelaes o peludes?” i réiem i tornàvem a casa en mig sac, fent cantar el motor de la moto amb el nostre cant. Tinc present com si fora ahir mateix els matins a l'horta del Llombo, on anàvem a traure pedra o a aclarir les bresquilleres i algun matí, ell i els veïns de bancal m’enviaven per cervesa i quan tornava, mentre que ells bevien jo escoltava les seues històries. “Xiquet ves a per un altra cervesa” Tot això puc recordar-ho, però no recorde la seua veu. Sí puc sentir les paraules i els acudits mil vegades repetits ("En un cau de conills el que fan els pares fan els fills") , les històries de la família, el seu orgull d'haver construït una, des de la misèria, des de zero, les tres finques que anomenà quan ja estava morint-se, però el so del seu parlar en resulta llunyà. Veig fins i tot la seua imatge un poc emboirada, amb les arrugues de vell i de llaurador, puc vore’l amb la boina negra, però ja quasi mai pense amb ell, oblide pensar-lo, he oblidat el so de la seua veu, potser un poc ronca, però no estic segur. Soc un home a qui la memòria li fa aigües, aigües térboles, tremoloses, enfosquides on s’enfonsen els records més volguts i no té remei.

   La tardor de la vida fa que perdem els records per a començar a ser recordats.