Tenía escritas algunas lágrimas vertidas en Etiopía, pero no podía llorarlas todavía. Hoy ya he tomado aire. Viernes. He comido en Gastroadictos con Amparo, Trini y Lidia. Esta noche he quedado a cenar con Julio, Mari Carmen, Juanra y Manu, los colegas de Gambo. Llevo ya 15 días de trabajo en el hospital. Estoy reconciliándome con el placer de la vida, a pesar de los avatares políticos y sus malas vibraciones.