EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LA CÓLERA

sábado, 6 de julio de 2019

   Quien desprecie el amor que se pudra en el infierno. Cuando digo el amor no me refiero al amor de telenovela, ni a la dulce miel de rosas que se vende a las princesas. Hablo del amor verdadero, el principio vital que nos hace hombres y mujeres, que permite que seamos algo más que bestias.

   Es fácil el amor. Su regla es sólo una, el amor es generoso, nunca egoísta. No puede dañar al otro porque el fin es justamente el otro. No puede haber más amor prohibido que el que provoca dolor, el que infringe daño por maldad o por indiferencia.

   En la semana del orgullo Gay, apuesto por el amor de tod@s aquell@s que deciden amarse sin cumplir estereotipos. Me alegro profundamente de que puedan realizar sus sueños de amor, que adquieran el derecho que les pertenece a ser como desean ser. Nada de ello me resta felicidad, ninguna de estas manifestaciones de amor me agrede, más bien entiendo que su lucha es la lucha del mundo por librarse de la falsedad y la hipocresía. Me sumo a su alegría. 

   En los tiempos que anuncian nubarrones en las mentes perturbadas de los coléricos. En los días que se desprecia la diferencia por colectivos que venden guerra y no amor. En estos días aciagos que vemos reverdecer el fascismo, apuesto por el amor y no la barbarie.