SALVAPATRIAS

viernes, 28 de diciembre de 2018

Han venido a salvarnos del mal, ellos, los que en el 36 empuñaron el fusil para acabar con las hordas rojas, han vuelto. Están aquí, visten otros trajes, de azul, de naranja o verde, pero son ellos. Volverán a librarnos de las garras del anarquismo desmedido. Nos venderán sus banderas, sus muñequeras con la insignia nacional, nos darán el carnet de buen español que sólo ellos pueden repartir. Los novios de la muerte, los que en otro tiempo fueron fascistas ahora son patriotas. Parecen los guardianes de la esencia de la españolidad, pero su perfume huele a naftalina y pólvora. No son más que incendiarios porque desean el desastre para convertirse después en salvadores. Ilusionistas del mal al servicio del mercado, al dictado de su única ley. Sin escrúpulos, sin más principios que los que ellos dicen poseer. Tergiversan los conceptos sin pudor, son los verdaderos hombres que no aman a sus mujeres, las someten. No tendrán piedad, venderán nuestra alma.

Sus portavoces siembran el terror, anuncian el apocalipsis, son tenores del miedo. Los conocemos y sabemos lo que hicieron, hablan de regeneración siendo unos corruptos probados. Hablan de sacarnos de la oscuridad cuando nos tuvieron cuarenta años en el pozo del oscurantismo. No son mas que los herederos del dictador, franquistas con pose de demócratas. Cuando tengan el poder veremos su verdadero rostro, pero quizá sea tarde. Han dado probadas señales de su naturaleza pero nos empeñamos en permanecer ciegos. No hay más ciego que quien no quiere ver. Perdemos las batalla que libramos hace mucho tiempo, hemos perdido la rabia del oprimido, ahora que nos creemos seguros somos presa fácil. Confiados, embebidos de comodidad y democracia, mirando al mundo por encima del hombro, ignorando lo que fuimos, despreciando a los que huyen y persiguen los sueños que nosotros alcanzamos.

Escucharé lo que mi pueblo tenga que decir, pero no puedo evitar gritar que entre esos tipos y yo, hay algo personal.