LOS ULTIMOS HIPPYES DEL S.XXI

lunes, 14 de marzo de 2011

   Que envidia me dan. No tenía una idea preconcebida de como serían los cooperantes y los voluntarios, pero seguro que me hubiera equivocado. La mayor parte son chicos y chicas universitarios de 25-30 años que resolvieron que la vida no les marcaría el ritmo, ellos la harían bailar a su son. No permitirían que les dijeran que no iban a trabajar porque hay mucho paro y el mercado no los necesita. Se levantaron, cargaron la mochila con prendas de algodón, poco dinero y una ilusión que haría pagar sobrepeso en cualquier compañía aérea si la pesaran. Tomaron rumbo al proyecto que Vicente Ferrer inicio hace 50 años y vacían en él un trabajo que aparentemente no les cuesta, porque cuando escuchas la ilusión que les provoca ese esfuerzo, encuentras inverosímil que no haya trampa. No les trae aquí un sentido religioso de la cooperación, no dan caridad, no buscan convertir a esta gente, pretenden cambiar el mundo que no les gusta.
   No es que han sido acogedores con nosotros, son simplemente naturales. Si hay alguien con quien hablar les interesa, si ven a alguien nuevo lo incorporan. Desde el primer día entramos en el grupo que es numeroso y variopinto con la naturalidad de quien encuentra normal que en un comedor donde hay gente, es mejor sentarse con un desconocido que masticar la soledad. Nos invitaron a sentarnos, a hablar de lo divino y de lo humano, de lo banal y lo profundo, por hablar. Hemos contado a extraños los motivos que nos trajeron, las vidas que llevamos y además les interesa. Nos contaron sus motivos, sus proyectos y en vez de vaciarnos de palabras nos encontramos llenos de ideas. Están ávidos por aprender ¿Podéis imaginar esto en una cafetería, en la parada del metro o en la escalera del vecindario?
   La sociabilidad ha sido el motor evolutivo. Darwin estableció un modelo evolutivo basado en la adaptación, en la supervivencia de los capaces y en la transmisión de los caracteres genéticos de los mejor adaptados. Nuestra especie era quizás de las más vulnerables, carecía de una especialización para el medio, pero eso la hacía adaptable a los cambios. Sólo la sociabilidad permitió que el individuo se convirtiera en parte del grupo y aunaran esfuerzos que mejoraran sus capacidades. Así se forjó la complejidad eficiente que es la evolución, compartiendo ideas. Quizás nuestra sociedad ahora ya no necesita de grupos sino de líderes, no necesidad ideas sino credos, no necesita capaces sino poderosos. El grado de evolución de las sociedades no hay que medirlo con sus líderes, hay que juzgarlo por el número de excluidos que genera. Estos hippies creen en ello, renunciaron a parte de sí para cambiarlo. ¿ Son ignorantes, han perdido el juicio? No, entendieron que ir contracorriente no sólo puede ser divertido sino que puede sacarte del agua. Son hombres y mujeres que vinieron aquí para dar y se han dado cuenta que reciben diez veces más de lo que dieron. Reciben un master en la vida que no se imparte en ninguna universidad. Les sale gratis y os juro que se divierten.
   En manos de estos jóvenes dejaría mi futuro.
"Nuestra juventud es decadente e indisciplinada, los jóvenes ya no escuchan los consejos de los viejos, el fin de los tiempos está cerca." (Caldeo, 2000 antes de Cristo)